NuNew
Film aparece menos de dos minutos después de que Zee regresa a su apartamento. Odio que Film tenga el poder de volver a meterse en mi vida de esta manera. Es como un gusano: pegajoso, irritante e imposible de eliminar.
—Hola, cariño. —Intenta acercarse para abrazarme, pero extiendo las manos para detenerlo.
—No me llames con apodos.
—Lo siento. Los viejos hábitos tardan en morir. —Me da lo que creo que se supone que es una sonrisa de disgusto, pero es tan creíble como un truco de magia realizado por un niño de tres años. ¿Cómo pude apreciar este pelele?
—¿Dónde está mi maleta? —Pregunto mientras se desliza junto a mí hacia mi apartamento. Miro la puerta de Zee antes de cerrar la mía, aliviado de que esté dispuesto a ayudarme, aunque sea un drama estúpido que nadie necesita.
—Oh mierda, lo siento. Sabía que olvidaba algo. —Deja escapar un silbido bajo—. Wow. Este es un bonito apartamento. ¿Cómo es que no alquilamos un lugar como este?
—Porque no podíamos permitirnos un lugar como este.
—¿Tee está pagando la cuenta o algo así?
—Algo así.
El asiente. —Genial. ¿Quieres darme el gran tour? Apuesto a que las habitaciones de este lugar son enormes. ¿Tienes una cama king-size?
—No te voy a mostrar mi habitación, Film.
Levanta las manos. —Whoa. No te pongas a la defensiva. Sólo estoy intentando romper el hielo. Sé que todavía me guardas rencor, pero podemos superar esto.
Me paso una palma por la cara. Me gustaría mandarlo a la mierda, pero eso dificultaría mucho más la situación de la gala. Me prometo a mí mismo que una vez que esto termine y tenga mi maleta de vuelta, le diré que mi rencor va a durar hasta el fin de los tiempos, y posiblemente incluso más allá, así que seguir adelante sería inteligente. —¿Podemos ocuparnos de la recaudación de fondos y la decoración?
—Sí. Claro. Vamos a quitarnos el trabajo de encima para ponernos al día.
Film quiere sentarse en el sofá, pero yo insisto en que será más fácil hacer la investigación en Internet en la mesa del comedor. No debería pensar que eso lo va a frustrar. Acerca una silla a mi lado y sigue pasando su brazo por encima del mío, haciendo comentarios sobre lo bien que huele mi pelo. Lo cual es una mierda, porque hace días que no me lo lavo.
Me levanto para servirnos vasos de agua. El suyo está tibio del grifo, no le ofrezco nada que lo haga sentir bienvenido, y necesito un poco de espacio para que no me respire en la nuca, literalmente. No creo que hayan pasado más de veinte minutos, pero le envió un mensaje a Zee, diciéndole que cuando esté listo, me vendría bien una intervención. Ni siquiera he terminado de llenar mi propio vaso cuando llaman a la puerta de forma agresiva. Finjo sorpresa y me escabullo alrededor del mostrador para poder abrir la puerta. Film parece totalmente desanimado por la interrupción.
—¡Oh! ¡Hola, Zee! ¿Qué pasa? —Digo en voz alta.
Antes, cuando vino, llevaba un chándal y una camiseta. Ahora está sin camiseta, con todos sus músculos perfectamente definidos a la vista. Lleva unos pantalones cortos actuales, pero parecen de los años ochenta. Muestran los moretones que colorean el interior de su muslo. Ya no son negros, ni azules ni morados. Se han desvanecido hasta convertirse en verde amarillento en los bordes, y el centro en un rosa violáceo moteado. Si no me equivoco, su piel tiene un ligero brillo. O tal vez sea la iluminación.
Arquea una ceja. —Guau. Deberías haberte dedicado a la actuación. —Pasa a mi lado, usando solo una muleta, la caja de pizza en la otra mano—. Estoy aquí para mi masaje —anuncia. Arroja la caja de pizza sobre el mostrador y hace ademán de sorprenderse al ver a Film sentado en la mesa con la boca abierta.
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A favor for a favor | ZeeNuNew
RomansaCuando me uní al equipo de expansión de la FTH (Federación Tailandesa de Hockey) de Bangkok, pensé que era el comienzo de algo grande. Pero nunca nada sale como uno espera. Por ejemplo, la presentación de mi nuevo vecino. Llegó rodando en el expreso...