Danielle estaba sentada en la silla del escritorio con un vaso de agua entre sus manos. Las mismas seguían tiritonas, debido a los sucesos tan extraños y que su cuerpo aún se sentía horriblemente mal.
Y Haerin, ahora, la estaba mirando con miles de dudas en la mente, a punto de pellizcarse a sí misma para asegurarse que eso no fuera un sueño.
Porque, estaba bien pensar que eso era una locura, algo totalmente antinatural e ilógico, pero Haerin tampoco podía asegurar que era parte de su imaginación. No estaba loca, mucho menos consumía drogas.
Eso. Realmente. Estaba. Sucediendo.
—Bien... esto es algo muy extraño —susurró, inmediatamente empezando a morder sus uñas. —¿En serio eres Danielle?
—¿Por qué te mentiría? —contestó.
Tenía sus ojos cerrados y se afirmaba con una mano de la silla. Era como si se estuviera por desmayar y eso preocupaba mucho a Haerin.
Si Danielle viajó en el tiempo (independientemente de lo loco que podía oírse), entonces alguna consecuencia trajo a su cuerpo en este caso. Muchos dolores, mareos, vómito y seguramente otras cosas que estaban dentro de su organismo y no eran visibles.
Por otro lado, había algo peculiar en el ambiente que la rodeaba de Danielle; era complicado acercarse. Pero no por temor o por sentir que el universo explotaría, sino por la estática.
Si tomaba la suficiente cercanía enfrente de ella, habían chispas que salían de su mano y pies que le provocaba un dolor leve, como si fueran pinchazos de agujas.
No estaba segura si Danielle sentía lo mismo, pero creía que sí. Por algo existía ese tipo de campo que le impedía acercarse mucho a ella.
—¿Quieres ir al hospital? —preguntó, aunque lentamente fue cayendo en cuenta que no sería favorable.
Probablemente necesitaría una ficha médica o algo así. Y Haerin tampoco podía salir de la casa a esas horas de la mañana. De hecho, tenía clases y ahora sí que no sabía qué hacer con la chica futurista que estaba en su habitación.
Ella apenas tenía conciencia.
—No, no te puedo llevar al hospital —murmuró. —¿Cómo te sientes?
—Estoy segura de que un tren me pasó por encima —dijo.
Haerin no era la chica más inteligente de la zona ni de su generación. No estaba segura cómo se podían dar los viajes en el tiempo o si era algo de multiversos, pero ahora se daba cuenta que existían. Solo necesitaba saber cómo Danielle llegó a su año.
—Bien... bien, esto lo anotaré —rápidamente, Haerin se volteó para tomar su libreta que tenía dibujos y anotaciones estúpidas.
Agarró el lápiz y escribió lo primero que llegó a su mente.
"Muchos dolores. Vómito y náuseas".
¿Esos serían síntomas de algo como tal?
Haerin iba a perder la cabeza. No podía darle una explicación, no tenía nada más que la estática de sus cuerpos, los síntomas de Danielle y... por supuesto, la radio.
¡La radio! Ahí se conocieron. Eso era lo único que las conectaba. Lo único que podía juntar sus líneas temporales.
Haerin saltó sobre la cama y Danielle la miró un poco asustada. Aunque el dolor de cabeza la hizo agachar otra vez su mirada.
—Creo que sé cómo podemos darle una explicación a esto.
—¿Tienes pastillas para el dolor de cabeza?
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ditto | daerin
FanfictionHaerin y Danielle se conocen a través de una radio con veinticuatro años de diferencia entre sus líneas temporales. Una de ellas vive en 1998 y la otra en el 2022. ¿Cómo podrán relacionarse entre sí con sus mundos tan lejanos entre sí y casi imposi...