ditto | daerin

capítulo 7

Minji estaba pálida. Tan pálida como un papel o una persona con alguna enfermedad grave, pero era impresionante como su rostro perdió todo rastro de color al ver que tenía enfrente a esa supuesta chica lunática que dijo que vivía en el futuro.

—Vuelves a gritar de esa manera, y te coseré yo misma la boca —susurró Haerin, cerrando la puerta del baño con seguro.

Se iban a meter en problemas, eso era seguro. Pero tampoco podía dejar a su amiga ahí, a punto de gritar otra vez.

Minji ni siquiera sabía qué decir, estaba tan impresionada que hasta su respiración se volvía nula.

—Escúchame, necesito que encontremos una solución —pidió, acercándose a su amiga sentada en el retrete del baño.

—¿¡Esto tiene solución!? —exclamó.

—Baja la voz —dijo entre dientes. —Tenemos que hacer algo. Yo no puedo sola. Ni siquiera sé cómo apareció en mi casa.

Curiosa, Minji miró por sobre el hombro de Haerin; Danielle se balanceaba sobre sus pies con las manos en los bolsillos del suéter. Miraba el alrededor, como si estuviera analizando el baño, pero no se veía amenazante. Era como un pollo abandonado debajo de la lluvia, y eso calmaba un poco más a Minji.

No era una lunática.

—A ver... —suspiró —, sí no estoy diciendo estupideces y decido creerte, ¿esa chica viajó en el tiempo, al pasado? —Haerin asintió. —¿Apareció en tu habitación con un dolor de cuerpo insoportable y... tiene cargas eléctricas iguales a las tuyas? ¿Por eso no se puede acercar?

—Sé que suena imposible, pero dime, ¿por qué estaría inventando algo tan irreal? ¿Con qué motivo? Es más, ¿de dónde sacaría a una persona únicamente para hacerte creer que viene del futuro? —apuntó hacia atrás.

Haerin tenía un punto muy válido a su favor y Minji no lograba encontrar argumentos que fueran más lógicos. Realmente no había una respuesta menos acertada que esa.

—Bien... —suspiró. —Bien, te creeré.

—Dios —tomó aire —. Me alegra saber que me crees.

—Sí, ¿pero qué pretendes hacer con ella? La trajiste a la escuela ilegalmente —la apuntó.

—Lo sé —murmuró. —Por eso necesito que me ayudes. La tenemos que inscribir en la escuela como una nueva alumna.

—¿Y cómo piensas hacer eso? —se cruzó de brazos.

—No sé, inventemos una familia falsa.

—La directora cita a los apoderados nuevos para conocerlos. ¿De dónde vamos a sacar adultos inventados que pretendan ser sus padres?

—¡No tengo la más mínima idea!

—¿Están discutiendo?

La voz de Danielle apareció por sobre el debate que ambas chicas estaban teniendo con la finalidad de llegar a una solución rápida para que la muchacha pasara desapercibida por la escuela, pero claro, era muy difícil si todo tenía que ser a base de mentiras.

Ellas voltearon a mirarla y Danielle se balanceaba sobre sus pies, sin tener la intención de ser entrometida en ello.

—No —contestó Haerin. —Para nada. Solo buscamos...

—Te seré honesta; no sabemos qué hacer contigo —Haerin golpeó el brazo de Minji fuertemente. —¡Auch!

—No me hagas golpearte otra vez —advirtió y volvió a mirar a Danielle. —Estamos buscando soluciones.