Roxanne.

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El tráfico para llegar al patio era casi instransitorio, pero aún así llegamos, los chicos tomaban y fumaban increíblemente demasiado,  la música se te metía por los tímpanos,  me recordó mucho a una de esas fiestas mundanas de L.A donde la gente se descontrola y pierde la noción del tiempo bailando, a la derecha, el clásico juego de Beer Ping-Pong Drunk"  y la gente alborotándose alrededor de la mesa

- ¿En serio, Beer Ping-Pong Drunk? Clásico.
- ¿Juegas? - pregunta animoso
- No gracias, no quiero dejarte tan mal y en tu propia fiesta.
- Oh Toward, dime que no dijiste eso - Yo solo atiné a darle una mirada de: "pues qué te puedo decir"
- No quiero avergonzarte, es todo - uno de los chicos sin camiseta que estaba cerca a la alberca me oyó, pasó a nuestro lado y soltó un comentario con mucho aporte para el momento.
- Uy, Uy, Uy ¿Te dejas intimidar por una chica Roggers? No lo creo eh - Él abrió los ojos como plato tras tan humillante ofensa y riendo me dijo
- ¿Sabes qué significa eso no Meg? - Yo, realmente no tenía pensado que casi de inmediato actuaría sobre algo así - Tienes que reinvindicarte.
- Imposible, en verdad soy muy buena y esto - señalo mi pequeño vaso rojo - ni siquiera tiene la cantidad ideal de alcohol que se necesita para perder en ese juego, puedo vencerte, lo sabes.
- Bien, bien Megan Toward

Él alzó la mirada al cielo y luego la dirigió a mí con cierta picardía en ella, no esperó mucho tiempo para alzar la voz y su vaso para hacer lo que menos me esperé.

- Señores y señoritas, yo, Michael Roggers he sido retado por esta humilde servidora a un round de Ping Pong diciendo que puede vencerme - la gente de inmediato formó un círculo a nuestro alrededor gritando y haciéndole barra, juro que hasta la música paró un momento - así que a todos los que están en la mesa del reto por favor, ya saben qué hacer.

La gente se puso extasiada, gritaban su nombre por todas partes, ya habían chicos sin polo, ebrios por doquier lo que no me sorprendía pero a penas eran las once de la noche; los que estaban en la mesa en ese momento botaron con el brazo los que aún se sostenían y pusieron vasos nuevos

- Míralo de este modo, puede que sí puedas ganarme, jugaremos con Vodka ¿Es tu fuerte no?

El tono que usaba conmigo me retaba, hacía que mis instintos ocultos salgan a flote, Mike quería ser el centro de atención como en todos lados, lógico; su fiesta, su público. No esperaba acaparar la atención pero ahí nos encontrábamos, camino a la mesa del desafío.

Al llegar a la mesa uno de los que estaba allí se ofrece de anfitrión y toma una botella de ron de la encimera detrás de él, Mike se le acerca y le dice algo al oído que no logro escuchar por el bullicio, éste se da la vuelta nuevamente y toma la botella de Vodka, regresa a escuchar lo que Mike le quería decir y veo que él redondea con el brazo el espacio de los vasos y el anfitrión le dice  lo mismo - asumo -  a la rubia de alado; empiezan a colocar 5 vasos en cada lado y él los empieza a rellenar, rojos de mi lado y azul del suyo.

Uno de los que estaba en la multitud consiguió un pitido estruendoso para llamar la atención de todos los que estuviesen en el patio y apreciaran lo que estaba a punto de acontecer.

- La retadora va primero - me dice y me guiña un ojo
- ¡Qué placer! - Digo sarcásticamente
- Go.

El juego empezó con el pitido esperado y la gente alrededor enloqueció, empezaron a gritar, hacían barras, hacían ruido con las columnas de madera de la pérgola y la música continuó su curso; los primeros tres tiros fuimos empates, la gente se puso eufórica porque ya casi nos faltaban dos vasos para terminar el juego

- Megan, ¿estás segura? Si deseas te puedes retirar - dijo con mucho sarcasmo, los ruidos se intencificaron
- Muy gracioso, pero después no te quiero ver llorar - La gente enloqueció.

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