¿Roxanne otra vez?

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- ¡Basta, basta! - Me río.
- ¡Qué pasó! - se reía mientras dejábamos la música correr.
- Ya no puedo, no puedo - digo, muerta de la risa
- Pero estabas yendo muy bien - ríe y se pasa la mano por el pelo como un ademán - vaya, vaya, me sorprende ver que la señorita catadora esté pidiendo tiempo fuera.
- Este juego jamás se terminaría
- Eso es lo divertido ¿No, sabes a cuánta gente he visto caer con esto?
- Sinceramente no, pero me imagino que muchas - veo como de pronto se le desencaja el rostro.
- ¿Muchas? ¿Asumes que esto lo hago con puras chicas?
- Muchas personas - añado y veo que le vuelve el tono.
- Muchas facultades han jugado esto y lo divertido es cuando se hacen competencias entre ellas.
- No lo dudo - me doy un poco de aire con las manos y me desprendo de mí chaqueta, soltando mí cabello hacia atrás.
- ¿Tienes calor eh? - dice el sonrojado
- Un poco ¿tú no? - digo agitada
- Solo un poco, pero no tengo mucho de lo que desprenderme... - sonríe coqueto.

Mientras que me reacomodaba Mike servía nuevamente nuestros tragos tratando de que pudiésemos terminarnos la botella y al mismo tiempo dejó de correr el cassette y sonó el tope del final.

- ¡Op! Parece que la música terminó - dice terminando de llenar nuestras copas
- Pues de todas formas hubiera ganado - enarco una ceja.
- No estoy seguro de eso - me dice acercando su cara a la mía.
- Puedo probarlo - le digo casi al susurro de su oído

De instante me reacomodé manteniéndome tan cerca de él como lo quería, sorbi lo que Mike había vertido en mi copa y empecé a  sujetarme el cabello hacia arriba para hacerme un moño improvisado mientras que lo miraba, él remojaba sus labios mientras que miraba el alba en llamas de mis ojos en ese momento, me miraba con deseo, él pudo hacer algo que pensé jamás nadie podría hacer, podía desatar todo el infierno que llevaba escondiendo dentro, deseaba tanto el suceso como yo lo deseaba a él.

Aunque hubiera podido controlar al demonio que había estado ocultando todo este tiempo, no quería hacerlo, de pronto me tomó del cuello, enredó sus dedos en lo bajo de mi moño y me acercó descarada y apasionadamente a él, nos besamos tan fuerte que sentía que ardíamos; tan hábil como siempre quité el seguro de su cinturón y bajé su cremallera, me tomó de las muñecas para detenerme y entonces lo mordí, enredó sus dedos en mí pelo y tiró de él

- Oye, qué crees que haces eh - me mordisquea el labio y luego el cuello - podría castigarte ahora mismo.
- No me importaría - digo mientras lo empujo al suelo para tener control de la situación.

Con ambas manos lo aprisiono contra en suelo mientras estoy sobre él, reacomodo el moño improvisado y entonces deslizo su pantalón, mi mirada se centra en lo que que quiero hacerle, el sexo oral más deseado de toda mi puta vida, no me importaba si al final no recibiría nada de su parte, no me importaba si estaba bien o mal y no me importaba cuántos infiernos más podríamos desatar juntos, nuestro contacto era genuino, volví a su boca, mordisqueando, besando, nuestras lenguas jugando, sentí de inmediato su erección, ya era inevitable y sentir que yo tenía el control, que podía hacerle lo que quisiera en el momento que yo lo quisiera pues este era mi momento, bajé a besarle el cuello, mordisquear su oreja, mientras que con una mano acariciaba sobre su boxer que estaba listo para la acción, volví para desabotonar su anticuada camisa blanca y tener acceso a su piel, mientras lo besaba quitaba uno a uno los malditos botones mis manos hicieron un primer recorrido sobre su cuerpo y luego me senté sobre él para desprenderme de mi blusa dejando al descubierto lo que quería ver,  quité su boxer de encima lo suficiente para cumplir mi deseo y bajé tan pronto como pude, mis besos recorrían su cuerpo tonificado y bronceado, empecé a juguetear con la punta de su pene, lamiéndolo y metiéndolo de a pocos en mí boca fría por el vino, hacía esto una y otra y otra vez hasta que lo introducía completamente, me tomó con ambas manos la cabeza y comenzó a penetrarme la garganta sin que pudiera chistar y eso me exitaba más, mientras se lo hacía me quité el bra y mis senos hicieron contacto directo con su entrepierna, dejó mi cabeza y golpeó su brazo con la grabadora y empezó a sonar la canción otra vez mantuve el movimiento jugueteando con mí lengua y podía sentir que cada vez se erectaba más sin importar que tan rápido la succionara, tocó mis senos y levantó mi cabeza, entendía lo que pasaba y sabía lo que quería así que se lo di; tomé mis senos y los apreté entre sí con su miembro en medio para masturbarlo, sentí como la habitación había tomado una luz roja de pura explosión de lujuria y entonces agitándolo una otra vez con mis senos abrí la boca, explotó y me volví para limpiarlo con la boca una vez más

Mike dejó caer su cabeza en suelo sonriendo de oreja a oreja y luego noté que se mordió el labio, estaba satisfecho ¿Y yo? Deseosa de más, totalmente, me paré rápidamente y me fui a la puerta continúa que era el baño después de recoger mi bra y mi blusa que yacían en el suelo mientras él seguía tumbado sonriendo satisfecho.

***

La noche se hacía interesante, después de todo que he pasado creí que podía tener a quien yo quisiera, pero cuando conocí a Mike no lo creí capaz ahora sé que todo o todos funcionan de una manera muy general.

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