❝Esta historia trata sobre un romance algo tétrico. Ven, explora los sentimientos de Brahms y Ellie junto a ellos, en esta montaña rusa de emociones. ¿Cometerán crímenes para estar juntos?❞
➜𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝗼𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐬 𝐭𝗼𝐭𝐚𝐥𝗺𝐞𝐧𝐭𝐞 𝗺𝐢�...
Sentí un gran... vacío, al ver a Elías irse, no quería estar sola en este hogar.
Me giré para irme a la habitación, pero allí estaba él, mirándome fijamente, sin siquiera pestañear. Empezó a acercarse hacia mí, a pasos lentos. Me puse tensa, no me gustaba cuando hacia eso. Intenté pasarle por el lado, pero me agarró por la nuca, enterró sus dedos en mi piel.
Me quejé por el dolor, el agarre era fuerte, levanté mis manos hasta su gran brazo para, pensando que así aflojaría, pero no fue así, fue todo lo contrario. — Por favor, suéltame, me estas lastimado — le pedí con la voz algo temblorosa, — Hiciste cosas que no debías, aceptaste visitas — me dijo, con voz terriblemente baja, era... terrorífica — B-Bien, perdóname, no volverá a pasar, lo prometo — respondí , mi voz hecha un hilo, el dolor era cada vez más insoportable.
Su agarre pasó de mi nuca a mi brazo, apretandolo. — ¿A dónde te diriges? — lo miré a los ojos, tragué un poco al ver la frialdad en ellos — Iba a la habitación a descansar un poco, estoy algo... cansada — Brahms puso sus grandes manos en mi cintura, en un movimiento rápido, me levantó del suelo y me colocó en su hombro.
El repentino acto me tomó por sorpresa, jamás imaginé que haría eso. — Puedo caminar yo sola... no hay necesidad de- ¡Ah!— no tuve oportunidad de terminar lo que quería decirle, pues él me había nalgueado, indicándome que me callara y por incomodidad, lo hice.
Llegamos a la habitación y me dejó caer en la cama. Lo vi irse sin decir nada, algo que me dejó confundida. Opté por acomodarme mejor, mínimo pasaron 5 minutos y caí rendida, profundamente dormida. Me desperté un poco, estiré mi brazo para ver el reloj de mi teléfono y eran las 1:00 de la madrugada.
Cuando me giré para otra posición me asusté al ver a Brahms ahí sentado en el borde de la cama él no se movía, solo estaba ahí, al parecer pensativo. Intenté moverme, pero por alguna extraña razón no podía, abrí y cerré los ojos un par de veces, hasta poder acostumbrarme a la oscuridad, cuando logre ver, noté que mis pies estaban atados con una... ¿soga?
Rápidamente, comencé a sentir pánico, no me gustaba la idea de estar atada a la cama. Incliné mi cuerpo, para poder desatarme, presa por el miedo. No tuve oportunidad de alcanzar, pues él solo se abalanzó a mi y me atrapó bajo suyo, poniendo mis brazos a arriba de mi cabeza, con una sola mano.
No podía hablar, sentía terror, al tenerlo tan... cerca.
La desesperación comenzó a aumentar al ver que él se inclinaba hacia abajo. Intenté quitarse agarre en mis manos, pero apretó más, evitando que me soltara. Su otra mano estaba subiendo y bajando por mi muslo, me repugnaba.
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Brahms comenzó a acercar su cara de porcelana a la mía, sus ojos fijos en los míos, tragué nerviosamente, más bien por la desesperación de no poder hacer nada.
Nerviosa, le pregunté — ¿Q-Que quieres? — él solo emitió un sonido gutural indicándome que guardara silencio. Tenía un nudo en la garganta, eran nervios, miedo, frustración, etc. Sin esperarlo, me soltó, se quitó de encima mío y se fue, lo noté al escuchar las puertas del armario.
Suspiré, tragué el nudo que traía, me incliné y quité las cuerdas que tenía en mis piernas.
Me quedé pensando... acabé de escuchar la puerta de mi armario, eso significa que- abrí los ojos de par en par, al concluir mi duda. Entonces... la noche en la que me levanté asustada y vi esa sombra en aquella esquina era... él, o sea, ha tenido acceso a la habitación todo este maldito tiempo.
Respiré hondo, para no tener más pánico... al menos tratar. Me acosté otra vez, pero tardé mucho en volver a dormir, tenía mi cuerpo tenso, por toda esta situación.
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Los rayos del sol entraron por mi ventana, haciéndome despertar un poco. Me levanté de la cama para ir al baño... después de varios minutos, me duché y puse una ropa cómoda.
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Lavé mis dientes, mi cara y de paso hice mi "skincare" básico, no soy de usar muchos productos. Al salir, caminé por el pasillo y bajé los escalones para el primer piso.
Me asomé por las grandes ventanas de la sala de estar, los rayos de sol habían desaparecido, se avecinaba una tormenta. Preparé un poco de té para ambos y unas tostadas con mantequilla. Me senté en una de las sillas de la mesa que había en la cocina y empecé a comer.
Al terminar todo, me fue a la biblioteca, necesitaba despejar mi mente. Al llegar allí, busqué un libro que fuera interesante y me senté a leer.
No logré leer mucho, pues Brahms solo llegó y arrebató el libro de mis manos. Lo miré confusa y un poco tensa... él solo se quedó mirándome, para luego agarrarme en brazos. Caminó conmigo hasta la habitación del billar, colocándome sobre la mesa, se puso entre mis piernas, mientras ponía sus manos sobre la mesa, a ambos lados de mi cintura... dejándome perpleja.
✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽ ➜Espero que les guste este capítulo.
