❝Esta historia trata sobre un romance algo tétrico. Ven, explora los sentimientos de Brahms y Ellie junto a ellos, en esta montaña rusa de emociones. ¿Cometerán crímenes para estar juntos?❞
➜𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝗼𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐬 𝐭𝗼𝐭𝐚𝐥𝗺𝐞𝐧𝐭𝐞 𝗺𝐢�...
Después de leer tremenda información, apagué mi teléfono, pues por la área en donde ya nos encontrábamos, no había mucha seña disponible. Al cabo de unos 10 minutos más, el señor me habla —Ya estamos llegando a la casa— le respondí con un simple "Mmhm".
Hablé con mi subconsciente —al parecer la casa está en medio de la nada, dentro del bosque— me respondí —no me digas, no me había dado cuenta— puse mis ojos en blanco y mejor me puse a mirar hacia al lado.
A los 5 minutos, me fijé que había un gran portón, el cual contenía una cadena con su candado, pero por alguna razón, el candado estaba abierto, así que el señor se bajo a abrir a lo ya mencionado.
Luego de abrirlo, entró de nuevo al auto y me llevó a la entrada de la gran mansión. Me bajé del auto cuando ya estaba estacionado en frente de las grandes puertas.
Al bajarme, me quedé estupefacta mirando la mansión, realmente era muy grande y también todavía tenía la marca del fuego de hace unos años en aquella ventana.
Cuando por fin decidí moverme a buscar mis maletas, me di cuenta que ya éstas estaban afuera del maletero, el señor las había sacado mientras yo admiraba la casa.
—Listo, ya tiene sus maletas fuera y ya está en la mansión, ¿algo más?— me dijo, lo miré con algo de molestia por la forma en la que me habla.
—No, gracias, aquí tiene su dinero, ya se puede retirar— respondí, el señor solo me asintió, se montó en el auto y se fue, dejándome sola frente a la casa.
—Bien Ellie, ya estás frente a lo que será tu refugio por un par de meses— hablé conmigo misma en voz alta. Cogí las maletas y caminé hacia las puertas, puse mi mano en la manija y giré.
Misteriosamente, la puerta estaba abierta, estuvo muy fácil de abrir.
Al entrar, me asombré por la antigüedad de la casa. Cerré la puerta detrás de mí y me puse a caminar por los pasillos.
Miré bien y me encontré con lo que es la cocina, la sala de estar, la biblioteca, la habitación en donde se encuentra el billar, etc.
Me dispuse a subir para el segundo piso, toqué los barandales y estaban muy limpios a mi parecer, se veían como nuevos. Vi que en el segundo piso solo hay habitaciones, así que, subí al tercero.
Estando allá arriba, noté que habían solo dos habitaciones que me llamaban la atención, la de un niño y la matrimonial.
Noté que había un ático, vi la escalerilla que da hacía ahí, pero no le di mucha importancia, solo decidí meterme a la habitación matrimonial, se veía algo empolvada, así que, dejé mis maletas en una esquina y me puse a quitarle las sábanas y a ponerle unas nuevas al colchón, a limpiar un poco el gavetero y las mesitas de noche. Al terminar verifiqué la hora en mi teléfono.
—Dios, ya son las 8:48 de la noche...— jadeé. Opté por poner una de mis maletas encima de la cama y busqué mi pijama favorita.
~ʚɞ ʚɞ~ Aquí les va una foto de ejemplo:
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No la conseguí en color negro. Se los dejo a su imaginación. ~ʚɞ ʚɞ~
Me metí al baño, con la pijama que me pondré y la ropa interior en brazos, cerré la puerta detrás de mi. En eso, escucho un crujido en la pared, se escuchó muy cerca, yo me quedé quieta y el corazón se me empezó a acelerar, luego recordé lo antigua que es la casa y me calmé.
Al no escuchar más sonidos parecidos al que se acabó de escuchar, inhalé y exhalé. Puse la ropa encima de una tablilla, me quité la ropa. Estaba sucia y ensangrentada, cuando me vi en el espejo, pude notar como mi herida, al rededor de la cicatriz, estaba rojo.
Me miré con más detalle la herida y no estaba tan grande, pero tampoco tan pequeña. Solté el aire que estaba conteniendo un poco y me doblé para quitarme bien los pantalones, hice una mueca de dolor al sentir la punzada de la herida.
Al ya estar completamente desnuda, entré a la bañera y encendí la regadera.
—Está fría...— hablé en voz baja, a los minutos, fue saliendo el agua caliente.
Al cabo de 15-20 minutos, salí de la ducha y me sequé el cuerpo, sequé bien la herida y solo seguí con la "rutina", me puse mi ropa interior y luego mi pijama. Me lavé los dientes, peiné mi cabello, salí del baño directo a la cama, ya eran las 9:20 de la noche.
Se preguntarán ¿dónde habrá dejado la ropa sucia y ensangrentada?
Bueno, dejé la bañera llena de agua y le eché algo de detergente, la dejaré ahí hasta mañana, no tengo ganas de lavar a estas horas de la noche. Me senté en la cama para leer mi libro, pero me dio un poco de sed.
Bajé al primer piso y entré a la cocina. Estando allí, abrí la nevera y verifiqué si había algo, agua, solo había agua. Miré hacia arriba y abrí la despensa, encontré vasos, platos, contenedores plásticos, etc.
Agarré un vaso de cristal, lo enjuagué y me serví agua, tomé un poco, estaba con mucha sed. Dejé el vaso encima de la mesa y subí al tercer piso.
De momento, se escuchó un golpe sordo en la área de la sala de estar, brinqué en mi sitio por el susto, me armé de valor y caminé a pasos lentos hacia el lugar ya mencionado.
Cuando asomé la cabeza, me fijé que había un muñeco sentado en el sillón y encima de suyo la lista...
❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀ ➜Hasta aquí el segundo capítulo! Ay! Me emociona tanto saber que "pronto" podré publicar la historia y saber que voy bien con mis ideas. ➜Intento hacer bien las cosas para quedar con buen criterio con los lectores. ➜¿Les gustó o no? Me dejan saber. 🫶🏻
