Adrien x Gabriel

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Adrien había sido castigado por padre, estaba atando y su torso estaba recostado en una mesa, sus manos estaban atadas atrás de su espalda, escuchó pisadas detrás de el. Sabía que la persona que le estaba quitando la ropa era su padre. Eso lo dejó consternado. Y aunque intentó evitar el asalto, era difícil con las manos atadas. Gabriel Agreste le acarició la cintura.

"Padre, por favor, lo que sea que estés pensando, ¡No lo hagas!" el chico movió las caderas,intentando alejarse, pero notó que quedó despojado de sus boxers.

"Debiste pensarlo antes de saltarte tus clases de piano."

Adrien inhaló y exhaló, antes de volver a hablar. "Por favor, sé que podemos hablarlo, te prometo que no volverá a pasar. Pero esto se está poniendo raro, papá!"

Oh, no lo volverás hacer. Me aseguraré de eso." le dijo Gabriel, con la voz ronca.

Adrien sintió su corazón acelerarse, y eso empeoró cuando sintió las grandes manos de Gabriel en sus nalgas.

"Padre, ¿Qué haces? ¡Detente!" el chico estaba desesperado.

Adrien sintió algo cálido, como piel acariciarle las nalgas. Supo en ese instante qué era.

Gabriel había empezado a besarle las nalgas, su boca era húmeda y cálida.

Adrien no pudo evitar un leve grito de sorpresa al principio del contacto, pero lo dejó hacer, sintiendo cómo el líquido caliente le acariciaba la parte más sensible de sus nalgas.

"¡Padre! Pero qué haces, ¡Detente!" Adrien sentía muchas emociones a la vez recorrerlo, pero la mayor era el miedo. Lo que estaba pasando era inadecuado.

"¡Padre!" Adrien movió las caderas, intentando alejar sus nalgas de los labios de su propio padre.

"Shh...", Gabriel lo silenció ,su lengua caliente y húmeda enroscándose entre las nalgas de Adrien.

Adrien gimió y jaló de las cuerdas que le ataban las manos a la espalda. Se sentía muy vulnerable.

Adrien se mordía el labio inferior para no hacer ruido mientras su padre lo besaba con ternura en un lugar tan inesperado.

Parecía deseoso e incluso afectuoso, pero eso solo hacía más extraño todo lo demás. El muchacho notó cómo Gabriel empezaba a acariciarle el miembro con los dedos.

"Ah..." Adrien soltó un gemido,cuando empezó a sentir satisfacción por los toques de su padre. También se sentía aterrorizado.

Gabriel no dejaba de besar las nalgas de su hijo, ni siquiera para respirar. Sus labios avanzaban hacia Adrien en un ritmo cada vez más rápido.

Adrien intentó apartar las manos de Gabriel que lo acariciaban entre las piernas pero era inútil dado el estado actual de la situación. No podía creerlo... Era como si se hubiese vuelto loco. Y eso que sólo había empezado.

"Padre, por favor detente. Todavía podemos recuperarlo, por favor." Adrien murmuró, entre gemidos.

Gabriel pareció obedecer, alejándose del miembro de su hijo y quitando su lengua de su cavidad anal. Por un momento Adrien suspiró, pensando que tal vez su padre se había dado cuenta de lo mal que estaban sus acciones.

Pero de repente sintió los brazos de su padre agarrándole con fuerza de la cintura. Y algo estaba entre sus nalgas. Adrien quiso gritar, su cuerpo automáticamente hizo todo lo posible para detener aquel encuentro. Pero fue inútil. Gabriel se hundió en él. Adrien se sintió adolorido e incómodo.

Gabriel gruñó con fuerza cuando se hundió por completo dentro de Adrien, por suerte se quedó quieto, ya que Adrien sentía un gran dolor.

Adrien tenía la boca abierta en un gemido ahogado, y las lágrimas le corrían por las mejillas. Estaba lleno de dolor y angustia.

Gabriel no dijo nada, ni siquiera se movió. Permaneció quieto dentro de su hijo. Adrien sintió como una extraña calidez que lo invadía poco a poco desde adentro. Parecía tan... intenso... pero también molesto y confuso.

Pasó medio minuto sin que ninguno de los dos hablara. La única cosa que se oía era el sonido fuerte de sus respiraciones apasionadas.

Despues de unos momentos, Gabriel se empezó a mover lentamente dentro de Adrien, mostrando una extraña mezcla de ternura y brusquedad. Su respiración cada vez más rápida acompañaba sus movimientos.

Adrien sintió cómo la fuerza iba aumentando en sí mismo, no pudo evitar el goce que comenzó a estallar por doquier dentro de su cuerpo. No podía creerlo... ¿Qué estaba pasando? El dolor se había convertido en un intenso placer, pero también era una especie de tortura interna. Sentía como si todo su ser se debatiera entre las sensaciones contradictorias.

Los gruñidos de Gabriel llenaban la habitación, mezclándose con los gemidos y jadeos del chico.

Adrien notaba que el líquido caliente de su padre lo inundaba interiormente, cálida y viscosa, sin embargo no se resistía ya. Había dejado ir toda esa energía reprimida y no quería detenerla. No podía...

Gabriel continuó así, acelerando sus movimientos hasta alcanzar una intensidad casi dolorosa para ambos.

Finalmente Gabriel llegó al climax.

"¡Oh, no! Papá..." Adrien gimió de placer mientras Gabriel vertía su semen en el cuerpo de su hijo. Ambos permanecieron unidos unos segundos más, respirando profundamente y jadeando.

Después de un momento, Gabriel se separó del cuerpo sudoroso de su hijo y soltó una larga exhalación. Sus ojos eran vacíos, sin rastro alguno de expresión alguna.

Adrien quedó tumbado sobre la mesa, completamente exhausto pero satisfecho al mismo tiempo. No podía creer lo que acababa de pasar... Sin embargo sabía que nunca lo olvidaría. 

Adrien Agreste (lemon one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora