Adrien x Gabriel.

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Gabriel se encontraba arrodillado frente a Adrien, el cual permanecía sentado en la silla cerca de su escritorio.

Adrien sintió una oleada de emociones al encontrarse atrapado en el despacho de su padre, Gabriel. No podía comprender por qué su padre estaba haciendo algo así.

La boca húmeda de Gabriel envolvía el miembro del adolescente, realizando un movimiento rítmico de entrar y salir. Adrien se sentía completamente perdido y confundido, pues no entendía lo que Gabriel estaba haciendo. No había tenido ninguna experiencia previa ni había tenido conversaciones sobre aquel tipo de intimidad. Aunque su inexperiencia le dificultaba comprender la situación, su cuerpo comenzaba a sentir una excitación desconocida hasta ese momento.

Gabriel continuaba entregado a sus acciones, deslizando y retirando completamente el miembro de su boca, llevándolo hasta la profundidad de su garganta. Su enfoque era intenso y determinado, como si estuviera poseído por una incontenible pasión. Los sonidos húmedos y sensuales llenaban el aire.

Adrien se dio cuenta de que su padre estaba chupando con un entusiasmo desbordante. La fuerza y velocidad con la que Gabriel llevaba a cabo sus movimientos intensificaba las sensaciones eróticas que recorrían el cuerpo de Adrien. La inexperiencia del joven se mezclaba con el placer y una pequeña dosis de desconcierto frente a esa exhibición de pasión. Los ruidos húmedos y los gemidos suaves llenaban la habitación mientras Adrien se dejaba llevar por las sensaciones que invadían su ser.

Aunque Adrien sentía que algo estaba mal, una agradable sensación de placer se apoderaba de él. La visión de Gabriel chupando su virilidad como si fuera una paleta, aunque extraña, despertaba una excitación desconocida en Adrien.

El cálido y húmedo ambiente hacía que Adrien se sintiera abrumado por una deliciosa sensación de placer. El adolescente notaba cómo su excitación aumentaba y una oleada de gratificación se extendía a través de su cuerpo. Las sensaciones eran tan intensas que Adrien se preguntaba si podría contener su propia respuesta física ante esa estimulación tan placentera.

El silencio reinante en la habitación, aparte de esos sonidos íntimos, solo servía para aumentar la intensidad de la conexión entre los dos. Cada lamida de Gabriel despertaba una sensación electrificante en el cuerpo de Adrien, sumergiéndose cada vez más en un estado de éxtasis.

Gabriel aumentó la velocidad de sus movimientos, agarro firme a Adrien de las caderas, y lentamente comenzó a moverlo de forma sincronizada con sus lamidas. La conexión entre los dos se profundizó aún más, intensificando la sensación de intimidad y excitación en el ambiente. Adrien se dejó llevar por el ritmo impuesto por Gabriel, entregándose por completo a las sensaciones que inundaban su cuerpo.

A medida que la intensidad del encuentro aumentaba, Adrien comenzó a soltar gemidos más fuertes y entrecortados. El placer que Gabriel le proporcionaba a través de sus expertas caricias y movimientos provocaba que los sonidos de placer escaparan de los labios de Adrien de forma natural y sin inhibiciones.

La intensidad del momento lo tenía abrumado, y mientras Gabriel continuaba moviendo sus caderas de forma rítmica, Adrien buscaba aferrarse a los reposabrazos de la silla para mantener cierta estabilidad en medio del torbellino de sensaciones.

Gabriel continuó lamiendo con devoción, llevando a Adrien al borde de la extasiante sensación de orgasmo. Adrien sintió cómo el cosquilleo y la tensión comenzaban a apoderarse de su cuerpo, una dulce anticipación que se manifestaba a través de un estremecedor escalofrío que recorría su columna vertebral. El clímax estaba cada vez más cerca, y Adrien no pudo contenerse más, su cuerpo vibraba en respuesta a las sensaciones intensas que Gabriel le estaba otorgando.

En el momento en que Adrien alcanzó el clímax y se corrió, Gabriel mantuvo el miembro quieto en su boca. Sintió el pulso y los espasmos del placer de Adrien mientras este se liberaba, brindándole un momento de intenso éxtasis. Gabriel no dejó escapar ni una sola gota, saboreando y disfrutando cada parte de aquel éxtasis compartido entre ellos.

Adrien soltó un gemido lleno de desenfreno, dejándose llevar por la intensidad del placer que Gabriel le brindaba. En un momento de enajenación, se liberó por completo en la cálida y acogedora boca de Gabriel, sintiendo una oleada de éxtasis que recorría todo su cuerpo. El alivio y la gratificación se fusionaron en un momento de absoluta entrega mientras sus sentimientos se derramaban en la boca de Gabriel, dejándolo totalmente liberado y en ese instante, era como si el mundo entero se desvaneciera a su alrededor.

Gabriel lamió con cuidado, saboreando y disfrutando cada rastro del clímax de Adrien, hasta que se tragó cada gota de su liberación. Después de asegurarse de haber tomado todo lo que Adrien había derramado, finalmente soltó suavemente el miembro flácido de Adrien, permitiendo que ambos respiraran profundamente para recuperarse del intenso momento de la pasión compartida.

Adrien Agreste (lemon one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora