Adrien x Nino

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Todo había comenzado por un reto. Adrien había estado seguro de que iba a ganar, era su videojuego favorito después de todo. Pero sorpresivamente el que ganó fue Nino. Entonces Adrien, cómo buen perdedor, acepto cumplir el reto.

Adrien se asqueó al saber cuál es el reto de su mejor amigo, y aunque Nino lo había dicho como una broma, aceptó.

Entonces, el rubio terminó en esta situación. Estaba en la habitación de Nino, los dos sentados en uno frente al otro en el piso de madera. La única diferencia entre ambos es que el moreno estaba totalmente desnudo. Y con las piernas abiertas. Su gran miembro erecto quedaba a la vista de ambos chicos, a la perfección.

Nino tenía una sonrisa perversa y Adrien se veía perturbado.

—Vamos amigo, es hora de cumplir con el reto. O me vas a decir que eres gallina. — Dijo Nino, burlándose de él. Adrien tenía un tic en el ojo, mientras miraba a Nino como si quisiera enterrarlo tres metros bajo tierra.

La guerra de miradas hubiera sido graciosa en otra situación. Pero Adrien decidió dejar de pensar en eso.
Y entonces rompió la tensión.

—Está bien, Nino. ¡Voy a hacerlo! Solo porque no soy un cobarde. Pero no se te ocurra contarle nunca a nadie de esto. Menos a Marinette. — Murmuró Adrien, con seriedad digna del hijo de Gabriel Agreste.

— Con que Marinette, siempre lo supe. —Bromeó el moreno con lentes, guiñando un ojo a Adrien y haciendo un falso disparo con el dedo. Pero hoy el rubio no lo soportaba.

—Caray, hermano, no te preocupes. Esto se queda entre nosotros dos, es solo un reto. — Dijo Nino de nuevo, al ver la seriedad de su mejor amigo.

—Está bien. —Murmuró Adrien, con una expresión contrariada. Para luego prestar toda su atención lo que había entre las piernas de Nino.

El rubio se acercó lentamente al miembro de su mejor amigo, hasta que su cara estuvo muy cerca. Respiró cerca y oyó a Nino estremecerse ligeramente.

—¡Entonces, ahí voy! — Murmuró Adrien, antes de introducir el pene que Nino en su boca. Lo primero que Adrien notó es que sabía salado. Y se sentía raro en su boca, era duro, pero blando a la vez. El miembro de Nino estaba introducido hasta la mitad en su boca y Adrien lo lamió ligeramente.

Pudo escuchar a Nino soltar un gemido casi imperceptible.

Entonces el rubio lentamente quitó el miembro de Nino de su boca. Y se dio cuenta de que podía sentir todavía el ligero sabor salado en su lengua. Tentativamente, volvió a introducir el miembro de Nino en su boca. Está vez usando más saliva y lengua.

Su mejor amigo gimió más.

Entonces, Adrien empezó a mover el miembro de Nino dentro y fuera de su boca, con cuidado de no lastimarlo con los dientes. Se podía oír el ligero sonido de una succión. Y algunos gemidos masculinos.

Adrien se aventuró, intentando introducir por completo el miembro de Nino en su boca, cosa que no consiguió, porque sintió ligeras arcadas. Podía sentir que el miembro de Nino estaba cada vez más salado.

Cualquiera que hubiera entrado en ese instante a la habitación de Nino Lahiffe, habría visto a este último, totalmente desnudo sentado en el piso. Pero más importante. Habrían visto al famoso Adrien Agreste, recostado en el piso, con la cara entre las piernas de Nino, y con el pene del moreno totalmente desaparecido en su boca.

Pero por suerte nadie entró.

Adrien siguió sacando y metiendo. Hasta que se dio cuenta de que Nino iba a correrse, entonces se separó. Y vio a su mejor amigo jadeante, con las mejillas rojas. Mirándolo fijamente. Y casi se sonrojó.

—Aún no terminaste. — Dijo Nino, casi jadeando. Y señaló su pene erecto. Se veía más grande que antes. Y estaba totalmente húmedo por la atención de Adrien. El rubio solo giró los ojos y se acercó nuevamente a la entrepierna de su mejor amigo.

Lo introdujo de nuevo en su boca. Y luego de unas cuantas lamidas más, sintió un líquido llenar su boca. Era también salado. Le costó mucho, pero lo tragó todo. Y cuando terminó de hacer eso, quitó el miembro de Nino de su boca. Con un sonido de "pop" y no lo miró.

Se limpió la boca con la mano, cómo si hubiera bebido otra cosa.

Iba a levantarse e irse, incómodo, pero antes de hacerlo, Nino lo sujetó.

Adrien entonces lo miró, Nino estaba con una mirada extraña, su pene ya estaba flácido en su regazo.

Nino le hizo un gesto para que se acercara, y Adrien lo hizo automáticamente, derrotado.

—¿Un besito?— Murmuró Nino, con su voz más inocente. Entonces Adrien, con una expresión frustrada, besó rápidamente a Nino en los labios.

—Muy bien Agreste. Bien hecho, no eres un cobarde. De hecho eres bastante bue...—Nino no pudo terminar de hablar porque Adrien le dio un golpe en el brazo.

—¡No hablaremos de esto!— Murmuró, dándole una mirada amenazadora. Y luego se levantó, llevó su cartera y salió por la puerta. Dejando a Nino a solas.

Adrien Agreste (lemon one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora