Adrien Agreste (lemon one-shots)

Adrien x Nino & Alya

Ya que varios querían ver esto, aquí está: Nino x Adrien x Alya.

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Esta era una situación inusual. Según el punto de vista de Adrien. Él conocía a Alya y Nino desde la secundaria y siempre estuvo agradecido por tenerlos en su vida.

Pero el que le hayan pedido que sea... Parte de su vida íntima, era demasiada confianza. Al principio no supo cómo reaccionar, pero Alya y Nino lo terminaron convenciendo.

Y entonces, llegó este día.

Lo que solía ser su salida amistosa semanal, se convirtió en una cita. Durante toda la noche Nino y Alya le lanzaron miradas que honestamente lo hicieron sentirse algo avergonzado.

Sintió como Alya acarició su pierna con la de él, bajo la mesa, y como Nino le acarició sutilmente la entrepierna sobre su caro pantalón de gala.

Estuvieron bebiendo y riendo, hasta que llegó la hora que Adrien más temía.
Nino y Alya le dieron miradas cómplices.

Nino puso algo de música, un remix de una balada que estaba de moda. Y Alya lo miró con una sonrisa burlona. Y lo jaló hacia ella.

-¡Baila un poco, bomboncito!- Ella lo hizo agarrarla de la cintura. Adrien se sonrojó por su cercanía y por el apodo. Era uno que le había dado su ex novia, Marinette. El perfume de Alya era agradable.

Alya le sonreía y él se relajó, bailando elegantemente, porque toda su vida le enseñaron a bailar baladas. En reuniones aburridas tenía que sacar a las damas a bailar, órdenes de su padre.

Con rapidez pudo coordinarse con Alya, estuvieron riendo más, hasta que la morena sorpresivamente acercó su rostro al del él. Él instintivamente se congeló.

-Relajate, soy solo yo. - Le susurró ella, mirándolo fijamente. Y se acercó lentamente a su rostro. Hasta que Adrien sintió el aliento de la chica sobre sus labios, instintivamente cerró los ojos, cuando también se cerró el espacio entre sus labios.

Los cálidos labios de Alya se sentían mejor de lo que Adrien imaginó, no era tan incómodo besarla. Ella solo movía tentativamente sus labios con los de él, entonces él decidió seguir en ritmo. Devolviéndole el beso con la misma intensidad, que no era tanta, hasta que Alya le mordió el labio inferior.

Adrien sintió una cosquilla recorrer su cuerpo, y dió paso a la lengua de la morena. Se sintió húmedo, Alya lo exploró con calma y con pasión.

Adrien comenzó a sentir su excitación, cuánto más Alya lo besaba. La morena intencionalmente pegó más su cuerpo al de ella, el rubio podía sentirla completamente. Lentamente, su miembro creció en sus pantalones.

Luego de un rato de apasionados besos, Alya fue quién se separó, con el labial de sus labios desgastado. Ella sonrió, pícaramente. Ella bajó la vista a la entrepierna de Adrien, su excitación se notaba.

-Nada mal, rubiecito. -Bromeó, guiñándole un ojo, lo que hizo que Adrien se sonrojara. Y se tapara la entrepierna instintivamente.

-¡Lo siento!- Dijo el rubio con los ánimos hinchados por los besos compartidos con la morena. A lo que Alya río.

-No hay nada de que lamentarse. Se ve delicioso. - La voz de Alya era ronca, y ella se lamió los labios, mirándolo. Él sintió que su excitación y vergüenza aumentaba.