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Cicatriz de un recuerdo
—Una vez puedan controlar el flujo del agua. Cuando dejen de sentir su peso y se vuelva una extensión de sus cuerpos, entonces podrán hacer lo que quieran con ella — en frente de la clase, el maestro de Control Básico Del Agua mueve sus manos con cierta gracia frente a los ojos de sus estudiantes, con precisión y dando una muestra de su experiencia, hace que una corriente de agua pase alrededor del puesto de cada estudiante. Para añadir más espectáculo a la demostración, dota a la corriente con una boca poblada con colmillos y un par de ojos para hacerla parecer una serpiente, una ágil serpiente azul celeste casi transparente que se pasea en zigzag por entre las mesas de cada impresionado aprendiz. Sin demasiado esfuerzo, logra que la veloz serpiente cruce el salón sin derramar una sola gota en el suelo. Todos los niños se maravillan, es una clase de los niveles más fundamentales así que los aprendices aún son bastante jóvenes. Apenas y pueden atraer un par de gotas de agua hasta la palma de sus manos para formar una pequeña esfera imperfecta.
—Maestro, ¿hay algo que nunca vayamos a poder controlar? —la joven voz de uno de los estudiantes interrumpe la demostración, su tono suena apenado de haber hecho la pregunta. —¿Algo que nunca podamos controlar? —el maestro detiene al dócil animal de agua transformándolo en una limpia y perfecta esfera en la palma de su mano, levanta su mirada y la dirige hacía el origen de la voz—¿Por qué la pregunta, joven Garm? —, cuestiona a su joven estudiante por la particular naturaleza de la duda del pequeño, usualmente los estudiantes solo se distraen en esta clase con el agua, juegan y se divierten creando sus primeras formas, así que esta clase de interacciones o preguntas llaman la atención del maestro quien siempre ha apreciado la curiosidad de sus estudiantes en temas un poco más complejos para su temprana edad.
—Mi madre suele decir que nuestras vidas están controladas por personas gigantes en el cielo que lo saben todo... —contesta el estudiante, un niño de cabello castaño, uno de sus ojos es marrón mientras que el otro es azul celeste, una particular característica con la que es fácilmente reconocible, tiene la mirada fija en su maestro, pero sus palabras se cortan brevemente por un par de risas provenientes del fondo del salón. Parece que su descripción de estos «gigantes» causan gracia entre sus compañeros.
—Silencio —el maestro llama al orden levantando su mano y haciendo que las risas se detengan enviando de nuevo a la serpiente para que deje caer un par de gotas de su frío cuerpo sobre las cabezas de esos compañeros. —¿Te refieres a nuestros dioses? —pregunta amablemente continuando con la conversación. El niño asiente y en sus labios se pinta una pequeña y tierna sonrisa al oír como las burlas son reemplazadas con leves quejidos detrás de él— Sí señor —contesta respetuosamente.
—Esa es una pregunta que nadie de esta clase me había hecho antes, de ninguna, de hecho... —expresa el maestro para luego acercase al puesto de su alumno— Oirás muchas cosas respecto a eso. Algunos te dirán que sí, nuestras vidas, nuestro destino y lo que será de ellas son como un libro ya escrito, estos seres ya conocen cómo viviremos y como... —se detiene por un segundo en este punto para dejar caer a la serpiente en el cuenco de madera de dónde salió el agua originalmente, la serpiente deja de verse para convertirse en el simple contenido de su recipiente. —Y cómo moriremos... — el maestro acerca su mano y toma uno de los libros de texto del escritorio del muchacho—. Otros no están de acuerdo con esto, no les agrada la idea y prefieren creer que son dueños de sus propios destinos, nada está realmente escrito, pero somos nosotros los responsables o los autores de ese libro en blanco — del mismo escritorio toma uno de los lápices para dibujar en una esquina de la hoja una pequeña cara feliz —¿sabían, en realidad, que nosotros solíamos vivir en el mismo lugar que ellos? —baja el libro para pasar lentamente su mirada por cada uno de sus estudiantes. —Sé que esto ya no es tratado en sus clases, pero recuerden que tenemos una larga historia fuera de este planeta en el que vivimos. Antes de que todos ustedes nacieran, nos interesaba mucho más intentar hablar una vez más con esas personas gigantes, saber qué pensaban sobre nosotros e intentar obtener su ayuda.
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El Jardín De Los Sueños (The Black Garden)
FantasyUna gran aventura con un toque de fantasía, drama, romance, terror y suspenso. Te llevará para acompañar a dos hermanos en sus estrechos caminos plagados de problemas con el sueño de tener una vida mejor. A pesar de todo esto, juntos lograrán manten...