Una noble búsqueda

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Hola, se que no he estado muy activa, pero quienes llevan más aquí saben que estos dos meses son los más ocupados para mi, igual intento actualizar y les traigo este one-shot.

Hoy les traigo una historia medieval SUPERCORP algo diferente, originalmente esto iba a ser un one-shot pero siempre me piden más y a mi también me gusta tener tiempo para desarrollar las cosas, así que iré haciendo capítulo por capítulo, pronto actualización de Frankestein y luego El mar en la cima, sin más que lo disfruten.

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Temiscira es un reino pacífico, hecho y construido por mujeres amazonas, tanto así que 92 de cada 100 de sus habitantes son mujeres ¿Cómo es posible? Simple, su diosa, la que rige aquel archipiélago lo hace así, entre mujeres engendran y el resultado de sus embarazos suelen ser niñas la mayoría de las veces.

¿Pueden tener varones? Si ¿Pueden enamorarse de hombres? También, pero normalmente estos niños y estas parejas dejan Temiscira al crecer o para establecerse.

Se dice que si una mujer común pasa suficiente tiempo con las Amazonas podría quedar embarazada solo de ver a esas loables guerreras. Su civilización está orientada al perfeccionamiento físico y mental, se dedican desde la infancia tanto al ejercicio como a la educación, la investigación, tambien evitan entrar en guerra, pero cuando lo hacen el enemigo puede declararse perdedor, por eso los reinos continentales respetan mucho a Temiscira e intentan que sus lazos sean fraternalmente saludables.

Y en toda relación de amistad hay comercio, intercambio de productos, idiomas, de culturas.

De ideas...

-¡Traiganlo ya!- ordena la reina Hipólita.

Dos altas y fuertes amazonas dejan caer a sus pies a un marinero, arrojándolo con cierta fuerza. El hombre apunto de ensuciar sus pantalones, ni siquiera se atreve a levantar la vista, solo recoge su sombrero, sosteniéndolo con ambas manos mientras espera.

-Di tu nombre- ordena la rubia mujer desde el trono frente a él

El pobre tipo, tiembla y tartamudea.

-Tasius, s-su majesta-ad, vengo del reino de Metrópolis, vendo espe-pecias.

-Quiero que repitas los rumores- pide poniéndose de pie-. La princesa quiere oírlos.

Tasius limpia el sudor de su rostro, antes de levantar la mirada, viendo a la princesa caminar hacia su dirección desde un pasillo lateral. Es hermosa, la princesa Diana es tal como la describen, una diosa, sin embargo, su ensoñacion termina cuando la reina golpea su báculo contra el frío piso de mármol.

-Se dice que hechiceros de los cincos reinos del continente tuvieron la misma visión la noche del eclipse nocturno hace dos lunas, una profecía sobre un artefacto de gran poder- comienza volviendo a bajar la vista-. Los rumores hablan de que atravesando los bosques de mi rey, cruzando las montañas heladas y las llanuras secas del fin del mundo, existen tierras negras donde guerreros malditos habitan y custodian el grial de piedra. Se dice que quien lo encuentre creará un nuevo reino, uno tan grande y próspero como nunca ha visto esta tierra, también se dice que puede curar cualquier enfermedad.

-¿Cualquier enfermedad?- interrumpe la princesa dando un paso al frente.

El marinero asiente, tomando valor para mirarla.

-Los sabios creen que puede rejuvenecer al viejo, que alivia cualquier mal e incluso puede salvar de la muerte a alguien que le hayan rebanado el vientre con una espada si bebe de el.

Diana mira a su madre que da una orden a las guardianas, las cuales toman al hombre de cada unos de sus brazos.

-Gracias, su información ha sido muy valiosa, regrésenlo al puerto y dénle un costal de oro

El grial de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora