Título verdadero: El imperio de Krypton
Muchas gracias por acompañarme en otra historia, ahora tomaré mi descanso, no se preocupen ¡Todavía hay más! Tengo muchas ideas con tramas frescas para ustedes, tampoco me ausentaré mucho, pensaba irme un mes, pero ya pasé la mitad de mi descanso intentando acabar esta historia asi que ni modo, sin mas que lo disfruten.
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Dos días han pasado y los gemidos llenan la habitación, la pareja destinada se ha casado, por lo que al fin pueden "consumar" su unión. Kara no perdió tiempo, luego de hacer los ritos la cargó en brazos llevando a Lena a su lecho nupcial.
Su pueblo por supuesto la apoyó y comprendió, pues ahora urgía descendencia de la línea gobernante, lo demás podía esperar...
-¡Agh!- gime la bruja con fuerza mientras se aferra a la cabecera de huesos de la cama de su rubia.
-Es la primera vez que lo hacemos aqui- exhala la guerrera llevando sus manos detrás de su cabeza en lo que mueve su cuerpo de su cintura hacia abajo como látigo, golpeando dentro de su esposa cada vez.
Y es que la mayoría de encuentros en su adolescencia fueron en lo profundo del bosque, pues podrían haber sido atrapadas si lo hacían en sus habitaciones. En aquel entonces de su primera vez, la Kryptoniana estaba tan nerviosa que solo tenía media erección, durando apenas seis embestidas, sobra decir que su prometida no vino.
Ahora, a años de aquel día puede leerla como un libro, baja sus manos para acercarse más, mirando sus pechos que se balancean con cada demostración de su fuerza agitando el bello cuerpo de su mujer, se inclina un poco más para lamer un pezón, con su lengua arremolinándose con lentitud. Lena responde sosteniendo su cabeza contra ella y casi se vuelve loca cuando Kara envuelve su torso en sus brazos para sostenerla al tiempo que sus caderas aceleran contra ella, provocándoles tal placer que sus gargantas dejan saber al mundo lo mucho que se aman.
Afuera de la casa real los guardias aplauden, se emborrachan, apuestan pronto nacerá su futuro líder; las mujeres hacen comentarios de como siempre supieron que la rubia sería excepcional, que, que suerte tenía la extranjera. Todos celebran sin saber que están propiciando un destino que debió suceder hace mucho.
Ya casi ha terminado la noche cuando la hija de Zor-El toma la jarra de agua del cuarto, bebiendo la mitad antes de tomar un pañuelo para humedecerlo y limpiar así a su amada como a ella misma. Entre tanto Luthor está cambiando las pieles por algunas secas para que puedan descansar, una vez listo se sienta en el lecho con las piernas abiertas, a lo que la Kryptoniana se arrodilla entre ellas para retirar su semilla seca de sus muslos.
-No puedo creer que estoy embarazada- confiesa algo agobiada.
Kara sonríe grande, feliz, no lo puede evitar.
-¿Crees que será niño o niña?
-Quiero que nazca con salud, aunque... De verdad me hubiera gustado esperar, Kal-El aún no se ha enterado, pero lo hará, pasaremos los siguientes meses en guerra y yo quería estar ahí, pelear a tu lado para poder protegerte.
Eso borra la sonrisa de su esposa, que se pone de pie pasándose el pañuelo húmedo por su miembro un par de veces antes de arrojarlo a una mesa cercana.
-Pues aunque te sorprenda- dice haciéndole un gesto con la cabeza para que le deje espacio, la pareja se acuesta muy junta-. Me vas a acompañar.
-¿Qué?- cuestiona la bruja feliz-. Creí que dejarías aquí en lo que ibas a las campañas con tu ejército.
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El grial de piedra
PertualanganLa princesa Diana ha decido embarcarse en la peligrosa búsqueda de un objeto de leyenda, para eso necesita una guerrera que la apoye, tal vez una del respetado clan Zor-El y una curandera, la brujas del clan Lefay no tienen comparación, pero su empr...