21.- Casa del árbol

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El taxi se detiene frente a la casa. no solo la casa, si no la casa nueva, la que estoy compartiendo con Charlie y Darey aunque ahora mismo tengamos una buena deuda. Nos mudamos el fin de semana y aunque ya tenemos aquí dos días, llegar hoy se siente como si fuera la primera vez entrando a la casa. pasamos mucho tiempo buscando un lugar que fuera lo más cercano a lo que necesitamos, que era bastante, por lo que no fue fácil que nos llamaran para ver lugares y cuando lo hicieron no fueron lo que buscábamos.

Dentro huele a pintura nueva y es tan luminoso que no podemos aprovechar toda la luz solar disponible. El patio tiene un enorme jardín con arces, que de seguro se verán increíbles en otoño. Tuve que sacrificar mi cómodo porche delantero pero el jardín también tiene arces y la calle es adorable, como sacada de una postal. Sin embargo lo mejor de todo esto no es la parte material si no que ahora cuando llego a casa lo hago acompañado o hay alguien esperándome.

— ¿Termino antes?

— si— me acerco a Charlie sin ningún problema— la reunión no está muy enfocada a los profesores de arte y deportes así que siempre terminamos antes... ¿te cortaste en la cocina otra vez?

— no.

— eso es... ¿Por qué tienes un raspón?

— cosas de la mudanza ¿terminaste de ordenar tu estudio? Si necesitas ayuda con algo solo dilo— sé que los dos estamos siendo muy ¿considerados? ¿Cautelosos? Al comportarnos, pero tampoco sé cómo evitarlo, así que lo estoy tomando como un ajuste por la mudanza.

— estoy bien. Me ayudaste bastante colgando los cuadros ayer. Este lugar se siente más como un hogar.

— eso me extraña nada.

— bueno ¿Qué puedo decir? amo nuestra casa nueva y se siete increíble decir nuestra casa. Estaba tan emocionado por regresar que el día se me hizo muy largo.

— yo estuve a punto de conducir hacia mi anterior casa.

— no dudes que terminare en la mía antes de recordar que ya no vivo allá— su abrazo es cálido y puedo sentirle reír— ¿Qué haces ahora? ¿Podemos sentarnos a ver televisión? ¿Dónde está Darey?— Charlie me encamina hasta el sofá, donde nos sentamos. Sus brazos me rodean.

— haciendo tarea en su habitación. Te pedirá que pintes con él, no ha parado de hablar de eso desde que llego de la escuela.

— también he querido pintar desde que estamos con la mudanza, la habitación que elegí como estudio tiene vistas bonitas y no puedo esperar para pintarlas. Intente hacer bocetos pero las clases no me dejaron mucho tiempo.

— bueno, ahora tienen todo el tiempo para poder hacer— y eso es algo que me emociona muchísimo.

Llegar a casa y ser recibido por los dos es bastante cálido, no me arrepiento de haberme mudado. Subo las escaleras, y antes de llegar a la habitación escucho el ruido de las coas moviéndose desde el estudio. Me asomo, encontrando a Darey en el mueble de las pinturas.

— ¿Darey? ¿Qué haces?

— buscando.

— ¿y que estás buscando?

— papá pregunto si había barniz para madera porque olvido comprarlo— frunzo el ceño, no veo a Charlie por aquí ¿para qué quiere barniz?— quiere hacer una cosa en el patio.

— una cosa...

— bien, quiere hacer una casa en el árbol del patio. Le dije que no quería una porque no se verá nada para poder pintar, y además quiero estar en el estudio— el sonido de madera golpeando al caer nos interrumpe. Suspiro y le acaricio el cabello a Darey.

— ¿puedes ir a buscar el botiquín?— Darey gira obedientemente. Dejo mis cosas en el escritorio y regreso por las escaleras, luego salgo al patio. Charlie está maldiciendo junto al árbol y un montón de madera. Hay otras tablas entre los dos árboles ¿quiere hacer la casa entre los dos árboles?— no sabía que aun te gustaban las cosas para niños ¿Qué sigue? ¿un club secreto?

— si pudiera hacer que se quedaran en su lugar— suena malhumorado. No te rías, no te rías...

— Charlie, en serio ¿Por qué haces eso? Darey me dijo que no quiere una casa en el árbol, y tal vez tú lo conozcas más que yo pero creo que prefiere otras actividades. Ahora ¿quieres decirme la verdad de porque haces esto?

— solo pensé que sería divertido, y ya sabes, Darey está creciendo y al hacer esto podríamos tener un recuerdo, también un recuerdo de cuando comenzamos a vivir juntos. Se quedaría allí hasta que seamos viejos y no recordemos ni porque tenemos una casa en el árbol— enfoco mi atención en los árboles.

— ah, cariño, no necesitamos una casa en el árbol para eso— entrelazo mi brazo con el suyo— tu gesto es muy lindo y lo aprecio mucho. Mi sugerencia ahora es curarte esos pequeños raspones, asearte y llamar a un estudio fotográfico para solicitar una sesión de fotos y que nos fotografíen en la entrada de la casa o algo así, nos entregaran una gran fotografía que colgaremos en un lugar muy visible para que siempre recordemos estos momentos. O si no te gusta, podemos contratar a un experto en hacer trabajos con madera y hagan la casa. Me gusta cualquiera.

— no se me había ocurrido la fotografía.

— ¿Qué te gusta?— no tengo corazón para decirle que su trabajo manual no es muy bueno y esa construcción podría ser inestable, solo me queda pedirle a Darey que no la use o la use con muchísimo cuidado.

— quiero construir, pero ya no estoy seguro de que sea funcional, podría ser peligroso porque no sé nada de hacer casas en los árboles— gracias, dios— algunas tablas siguen fijas en los árboles. Entramos a la casa, donde Darey ya nos espera con el botiquín— ¿Qué otra cosa podría hacer?

— ¿casas para aves?— sugiero, buscando el desinfectante. Darey alza la mirada, curioso— parece que tu papá ya no seguirá con la casa del árbol, y si continua llamaremos a alguien para que la haga y evitar algo peligroso.

— la casas para aves ¿puedo hacerlas también?— pregunta— si las aves viven en el patio sera bonito y puedo dibujarlas ¿es muy difícil hacerlas?

— debe ser más fácil que hacer una casa enorme en el árbol— Charlie sonríe, mirando a su hijo mientras le limpio las manos. Tiene muchas cortadas pequeñas y cicatrices de las tantas veces que se corta en la cocina— si lo que quieres son casas para aves entonces eso haremos, podemos colocarlas en esos tablones o usarlos para algo. Primero investiguemos como debemos hacerlas y después comenzamos ¿Qué te parece? Tal vez podamos pintarlas y decorarlas.

— oh, eso me gusta a mí— Charlie se ríe, y pasa su brazo por mis hombros, el otro por los de Darey y nos acerca a él.

— esos son mis chicos. Yule ¿puedes llamar a un estudio de fotografía? También quiero tener esa fotografía bien visible— le beso la mejilla, aliviado de verlo emocionado de nuevo. Charlie no es alguien rencoroso ni se toma las cosas muy a fondo, pero este asunto parecía ser sentimental y no quería hacerle sentir mal por un mal comentario mío. La casa del árbol es una buena idea, y sus motivos me hacen querer abrazarlo y nunca soltarlo. Ahora no solo tendremos una casa en el árbol, ni sera para humanos pero el gesto simbólico seguirá allí y tal vez con el tiempo podamos conseguir hacer muchos recuerdos juntos en esta casa. 

Tan felices juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora