Cinco: Pensar.

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Capitulo cinco: Pensar.

Draco Malfoy

Desde ese vergonzoso momento en casa de Harry, Draco había empezado a intercambiar correspondencia con el azabache, le solían llegar cartas preguntándole por su salud y si estaba comiendo bien, si se encontraba bien o cualquier tema en general, como la que le acababa de llegar:

Harry Potter:

Buenos días Malfoy, ¿Cómo estas? No hablaba sobre tu herida porque no quería ser imprudente pero me gustaría hablar contigo en persona.

¿Estaría bien encontrarnos en un café en Londres? Me alegro de la "Amistad" que estamos teniendo, me gustaría conocerte mas y bueno saber como es en realidad el gran Draco Malfoy, espero nos podamos encontrar y olvidar el pasado, se que no eran buenos momentos para nadie, me preguntaba si podríamos platicar más sobre eso.

Estando enfocado en tratar de sobrevivir y bueno ya sabes el resto no estuve al tanto de que le paso al resto del mundo mágico en ese tiempo, supongo que tu si al estar más presente que yo, te agradecería que me contarás, hasta pronto.

¿Le estaba pidiendo verse? Que rápido Potter olvidaba el pasado y lo cruel y malo que Draco había llegó a ser con él, no sólo con el, también con Weasley y Granger, bueno muchos más de Hogwarts, su sexto año lo había ayudado a entender el idiota que fue todos esos años y estaba muy agradecido de que alguien le extendiera la mano en una segunda oportunidad de demostrar que ahora era una persona "Decente" en lo que cabe quitando los ataques de ansiedad, auntolesiones y algunos pequeños detalles más.

Observo unos segundos su brazo, ahora siempre iba a ser señalado y juzgado por aquella marca, iba a ser visto como el hijo de la mano derecho de Voldemort y también como uno de sus mortifagos y ahora que lo pensaba, el habia sido el más joven y el que más suerte tuvo, no supo que hizo que Harry Potter testificara al favor de su familia pero eso era algo de lo que siempre le estaría eternamente agradecido y tal vez esa pequeña reunión serviría para decirlo con palabras, se sento en su cama y vio a su alrededor.

Su habitación fue su cueva y lugar seguro el tiempo que Voldemort estuvo en la mansión, fue donde corría a encerrarse cuando tenía miedo y ganas de llorar, vio las marcas de la pared, donde había tirado varias cosas en una ataque cuando recibió la marca, rabia, enojo, confusión eran las emociones que sintió pero más que todo, miedo, si esa fue la más fuerte, miedo, temor a que pasaría y que significaba realmente esa marca. Recordo a su amada madre abrazandolo entre todas las cosas rotas, consolandolo y repitiéndole que las cosas estarían bien, que ella lo iba a proteger.

Recordó cuando después de que Harry y compañía escaparan de la mansión, Voldemort furioso uso el cruciatus en él y sus padres, Draco se puso de pie y se paro delante del espejo, vio su reflejo, estaba delgado, siempre lo había sido y había perdido aún más peso cuando estuve en su punto mas hondo de la depresión que con suerte había recuperado algunos kilos, se comenzó a desabotonar la camisa y finalmente se la quito, ahí se vieron las cicatrices que tenia en el torso todas marca Potter por el hechizo que le lanzó aquel día en los baños.

Cuando Draco vio a Harry en el reflejo del espejo lo primero que quiso hacer era lanzarce a sus brazos y llorar, luego tal vez matar a Potter por espiarlo pero su reacción fue otra, no recordaba mucho pero era consciente de que él mismo tomó primero su varita y le lanzó un hechizo a Harry, que luego Harry contraataco, fue el peor dolor que pudo haber sentido, será como si cortaran su piel con mil cuchillos miraba el techo mientras escuchaba los susurros de alguien a su lado y que el dolor poco a poco se iba.

Tenía que admitir que la única esperanza de Draco era Potter, su única esperanza era el y lo hacía feliz el echo de pensar que Potter vencería a Voldemort, que luego Draco podría recuperar una vida tranquila al lado de sus progenitores, que inocente e iluso fue al tener esa fantasía, porque aunque Potter salió victorioso, Draco no tenía sus padres a su lado, ningún miedo se comparo con el que Draco sintió cuando estaba en Hogwarts y llegaron los de Voldemort, cuando sus padres lo llamaron en ese momento no pensó en nada más, solo en los cálidos brazos de su madre que era lo que necesitaba, un abrazo y poder ocultarse de aquel mundo cruel, camino entre los dos mandos, pisando em centro, la tierra de nadie, estaba tan aturdido cuando escuchaba a Voldemort anunciar que Harry Potter había muerto y es que aunque por fuera haya estado tan serio y "Tranquilo" por dentro estaba destruido y gritaba internamente que no fuera así, que Harry siguiera vivo, que su esperanza siguiera viva, que aquel chico de cabello negro que lo había salvado de morir en la sala de los menesteres estuviera vivo cuando hace unas horas lo había visto, cuando llegó al otro mando fue horrible sentir los brazos de aquel monstruo rodearlo, pero sintió tanta paz y tranquilidad cuando los brazos de su madre lo tocaron.

Esa paz y tranquilidad que solo sentia con ella, lloro, aunque los demás no lo vieron, Draco lloro al ver el cuerpo de Harry cargado por aquel semigigante Hagrid del que se había burlado hace años y ahora cargaba el cuerpo de su esperanza, hay fue cuando el corazón de Draco se partió y escondió su rostro en em hombro de su madre que con cariño acariciaba sus cabellos y al oído le susurro.

"No pierdas la esperanza cariño..."

En ese momento fue cuando escucho una oleada de gritos y volteo a ver, Harry, su esperanza, vivo, estaba vivo, sonrio como nunca y corrio cerca de Harry, abandonando los brazos de su madre, Draco le tiro su varita que de inmediato le fue fiel a Harry, Narcissa se llevó a Draco a un lugar seguro donde luego los aurores los encontraron.

Harry Potter:

El azabache estaba sentado en el jardín trasero de su casa, en donde le gustaba pasar el tiempo, con los muros altos que le daban privacidad, el aire fresco, la hierba verde, el manzano que tenía ahí y nunca supo como y porque pero le daba un lindo toque en especial por sus frutos de manzanas verdes listas para ser recolectadas seguramente en dos meses más adelante.

Algo era que Harry adoraba su casa, lo hacía en verdad, sentía la esencia de la magia de sus padres en aquel lugar, que lo hacía sentir acompañado y feliz, en sus momentos, mientras en otros se sentia triste y abrumado, se puso de pie y entro a la casa, subió las escaleras y vio su habitación, entró y no pude evitar no recordar cuando acostó a Draco en su cama y más las extrañas ganas que tuvo de acostarse al lado y esque esa cama era perfecta porque era una cama matrimonial que se veía perfecta para el gusto del rubio pero ¿Por qué carajo pensaba tanto en él? Harry podía ser todo pero no era alguien que dejara tirado a alguien que necesitaba ayuda, vio que Draco la necesito y lo ayudo o por lo menos de eso se quería convencer mientras su corazón se aceleraba y miraba aquel espacio donde el rubio estaba acostado, del lado izquierdo, se acostó del derecho dejando un perfecto espacio para una persona más, se permitió cerrar los ojos y descansar.

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