04.

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No te tengo miedo.

Capítulo 4.

Tome mi teléfono de mi bolsillo, corté y camine lentamente hacia a ella. Ella comenzó a temblar, se montó arriba de la cama, pegando su cuerpo a la pared. Permitiéndome ver completamente su pequeña figura, no me cansare de pensar lo hermosa que es esta chica.

─ ¡Aléjate! ─ Gritó ─ ¡Si das un paso más llamo a la policía!

Fruncí el ceño. ─ No te hare daño, solo vengo por algo que me pertenece. Deja el ridículo teatro.

Ella bajo la mirada percatando la maleta que llevaba en mi mano.

─ ¿Es tuya? ─ Preguntó, su respiración se escuchaba agitada. ─ ¿Cómo estoy segura que no te la estás robando?

─ No amor, esta maleta es mía. ─ Expresé seco. No sé por qué le estoy dando explicaciones a esta Barbie.

─ ¿Cómo sabias que esa maleta estaba aquí? ¿Cómo entraste a mi habitación? ¿Quién eres tú? ─ Abrió su boca asombrada─ ¡Sucio! ¡Me vistes desnuda! ─ Exclamó, tapándose la boca.

Rodé mis ojos.

─ Ni que fueras tan linda, ahora cierra la boca e imagínate que nunca me viste en tu habitación. ─ La miré fijamente a sus ojos que la cual abrieron de par en par.

─ Eres el chico que me invito a bailar esta noche ¿No es cierto? ─ Entrecerró sus ojos.

─ ¿Por qué? ¿Te guste? ─ Le dedique una media sonrisa y ella frunció el ceño.

Bufó. ─ Ni que fueras lo suficiente atractivo para llamar mi atención.

Esboce una sonrisa. Esta chica me gusta.

─ ¡Damon! ¡Apúrate maldita sea! ─ Grito Kenny desde afuera.

─ ¿Hay alguien más aquí? ─ Preguntó bajándose de la cama esta vez más tranquila, pero sin perder la guardia.

─ Estas comenzando a irritarme con tus preguntas─ Abrí la puerta de cristal.

Suspiró. ─ Estoy en todo el derecho de preguntarte lo que sea, acabas de entrar ilegalmente a mi casa.

─ ¿Y qué harás al respecto? ─ Desafié.

─ Llamar a la policía ahora mismo. ─ Espeto con el ceño fruncido.

Reí sarcásticamente.

─ Adiós, amor. ─ Le dije acercándome a ella hasta su oído ─ Espero no haberte mojado tu braguita.

Ella de inmediato me alejo con un empujón. ─ ¡Imbécil!

Mia Hemsworth.

Ojos preciosos, sonrisa perfecta, cuerpo de un modelo de Calvin Klein, labios extremadamente irresistibles, es completamente un adonis. Por Dios Mia, en que estás pensando.

Suspiré dando vueltas por mi cama.

" Ni que fueras bonita" su voz se metió en mi mente.

Estúpido idiota, pero ¿Quién se cree que es? ─ Gruñí ─ Y ¿por qué me molesta que lo haya dicho?

Cerré mis ojos tratando de dormir, pero tenía muchas dudas en mi mente que no me dejaban tranquila.

Me desperté por un ruidoso golpe que se escuchaba afuera, salte de mi cama y corrí para ver lo que estaba pasando.

─ ¡Quiero a mi mamá! ¡¿Por qué todos los que quiero se mueren?! ¡¿Por qué?! ─ Gritó con lágrimas en los ojos.

Dangerous damonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora