Dangerous damon

07.

"No eres un monstruo"

Capítulo 7.

Aparque el auto frente la casa de mi mejor amiga, pensando en todo el camino como llego el auto a mi casa.

Toque el timbre y a los segundos la puerta se abrió recibiendo un abrazo de Vanessa.

— ¿Qué te pasa? — Preguntó Vanessa una vez que no correspondí su abrazo.

— Eso pasa — Señale detrás de mí.

Ella abrió los ojos. — ¿No me dijiste que te lo habían robado la noche que fuiste al barrio ese?

— ¡Exacto! — exclamé asustada. — Esto es aterrador.

Pase a su casa y camine a la sala para sentarme, necesitaba sentarme.

— No sé por qué, pero todas mis conclusiones me llevan a Damon. — Confesé.

Ella hizo un mohín. — ¿Por qué el haría eso?

— No lo sé — Suspiré. — El era el único que estaba conmigo aquella noche que robaron mi auto.

— Si es así pues, felicidades, le sacaste su parte amable. — Expresó sin sentido del humor. — Ya para de estar así ¿Si?, solo ignóralo y estate contenta porque recuperaste el auto de tus padres.

— Si — Le digo en voz baja. — Tienes razón. — Dije Sacudiendo mi cabeza, tenía que dejar de pensar en el — ¿Qué película veremos? — Dije acomodándome en el sofá.

— Ciudades de papel, muero por verla porque es de mi escritor favorito, así que espero que mantengas tu boca cerrada.

— ¡Okey! — Exclamé.

Hicimos palomitas de maíz para las dos, nos sentamos en el sofá y comenzamos a ver la película. Casi no le prestaba atención, mi mente estaba en otro lugar menos aquí. Miré a Vanessa quien metía las palomitas a su boca mientras sus ojos casi se pegaban del televisor.

Encendí mi celular revisando las redes sociales.

— ¿Le estas prestando atención a la película? — Preguntó sacándome de mi propio mundo.

— Si — Respondí indiferente.

Ella rodó sus ojos.

— Iré por un vaso de agua— Dije. Me levanté del sofá y camine a la cocina.

No sé porque me sentía confundida de todo esto, siento que algo está oculto con todo. Tomé un trago y coloque el vaso en la mesa. Respire profundo y me di la vuelta, dando un pequeño salto del susto.

— ¡Ya supéralo! — Exclamó Vanessa.

— ¡Dios, Vane! — tape mis ojos, echando mi cabeza hacia atrás.

— ¿Qué es lo que te preocupa? — Inquirió molesta.

— Nada, solo vine por un vaso de agua. — me encogí de hombros.

— Soy tu amiga, cuéntame que te pasa.

Rodé mis ojos. — ¿Qué no te parece extraño o te asustaría que roben tu carro y al día siguiente aparezca sin un rasguño?

Suspiró. — Damon te hizo un favor, el muy poco hace eso ¿Sabes? — abrió sus ojos — A menos que...no. — negó con su cabeza.

— ¿A menos que, qué? — Inquirí curiosa.

— Olvídalo Mia, me imagino que te pusiste a llorar y al pobre le diste lastima.

Pestañee dos veces. — No entiendo porque te molestas.