Palabras: 2427
Shawn estaba nervioso por la noticia que le iba a dar a su novia, ya tenía todo preparado, sólo estába esperando a que la diseñadora llegara a casa. Pasaron dos horas cuando la puerta de su casa se abrió.
- ¡Llegué, amor! -gritó la chica y dejó las llaves en la mesa de entrada-
- ¡Qué bueno, preciosa! ¿Cómo te fué?
- Muy bien, amor, cerramos otro trato con un nuevo cliente -dijo emocionada.
- Creo que es motivo para celebrar -agartó las mejillas de su novia y le dió un beso- y tengo tu regalo perfecto -en eso el chico subió a la habitación.
- Cielo, te dije que no era necesario que compraras algo
- ¡Lo sé! -se asomó por el barandal- sube, preciosa
La chica dejó las cosas en el sillón y subió a la habitación que compartían. Abrió la puerta y se encontró con la habitación decorada con temática de el equipo Ferrari de Fórmula 1 e incluso con su Charles Leclerc de carton que ya había guardado.
- ¿Qué es todo esto, cariño? -preguntó la chica con algo de confusión.
- Cuando te ví emocionada porque salieron y a la vez triste porque no alcanzaste, sabía que yo tenía que conseguirlos -la diseñadora no entendía nada de lo que su novio le decía- No tienes idea de lo difícil que fue conseguirlos, pero se logró -la chica seguía sin entender y él le entregó una pequeña cajita- abrela
La abrió con un poco de inseguridad, pero al dejar al descubierto el contenido, no podía con la emoción y se lanzó a abrazar a Shawn.
- ¡Amor, muchas gracias! -ella no dejaba de darle besos por todo su rostro y él estaba más que feliz- Un momento... te debieron de salir carisimos, estos son paddock club
- No te preocupes por lo que costaron, el precio no se compara con la sonrisa que no se va de tu preciosa cara
- ¿Entonces vamos a ir juntos? -ella era la más emocionada-
- Vamos a ir juntos
Los meses pasaron, hasta llegar al primer día del GP de Miami y la pelinegra estaba llena de emociones.
— ¿Estás lista, preciosa? —preguntó Shawn
— Lista, mi vida —la chica salió con su playera de Ferrari, un pantalón negro y obviamente una gorra de Ferrari con el número 16.
— Que chica tan guapa —dijo Shawn y le dió un corto beso— pero es hora de irnos
Salieron de la casa y fueron hacia el coche de Shawn, él manejo y en menos de una hora llegaron.
— Te tengo otra sorpresa, mi cielo... —dijo Shawn con emoción—
— ¿A caso me vas a llevar a ver a Charles Leclerc? —dijo ella bromeando, pero ya que vió que su novio se puso serio se dió cuenta que no era broma— ¿Enserio?