Palabras: 598
Era horrible ésta sensación, yo le pedía a Diosito que mejor ya me llevara.
Estaba recostada en mi cama, sin ganas de hacer nada, todo estaba bien hasta que escuche el sonido de mi timbre. Me paré a abrir sin ganas.
— Hola, cielo -me saludó mi novio.
— Hola, cariño -me dió un corto beso en los labios- No quiero sonar grosera ni nada, pero... ¿Qué haces aquí?
— Te traje esto -me dió una bolsa de regalo color café.
— Pasa -me hice a un lado para que pudiera entrar a mi casa.
Entró a mi casa, se sentó en mi sillón y se me miraba mucho.
— ¿Quieres que lo abra, cierto? -señalé la bolsa y el asintió con la cabeza- Bien
Me senté a lado de él, me pusé la bolsa en mis piernas y la abrí.
— ¿Cómo sabes... -no me dejó terminar la frase.
— ¿Que estás en tus días? -asentí con la cabeza- Bueno, no es la primera vez que te viene tu periodo y digamos que ya te conozco como la palma de mi mano, mi amor -lo miré con una ceja alzada- Y también por tu forma de contestarme por mensajes y llamadas -bajé mi ceja.
La bolsita traía chocolates, mi cereal favorito, una caja de té, una bolsa para poner agua caliente y unas pastillas para los cólicos.
— Gracias por esto, Shawnie -le dí un beso en su mejilla-
— Sabes que haría cualquier cosa por tí -me dió un beso en mi cabeza- ahora, ¿Cómo te sientes?
— Estoy que me muero
— Okay, ve a acostarte en lo que yo te preparo un té y lleno la bolsa de agua caliente, ¿Está bien?
— Está bien -le di la bolsa a Shawn, no sin antes haber agarrado un chocolate.
Subí a mi habitación y acomodé un poco mi cama, ya que la había des acomodado un poco. Saqué una cobija y me tapé con esa, me comí mi chocolate en lo que llegaba Shawn.
— Toma, amor -dejó en mi mesa de noche mi té y me puso la bolsa en el vientre- Me avisas si te quema -se refirió a la bolsa caliente.
— Así está bien, gracias -sonreí
— Otra cosa -puse atención a lo que iba a decir- ¿Qué vas a querer de cenar?
— Ammmm... Chiles rellenos
— Algo que no tenga picante, linda
— Pero Shaaawn -hice un puchero y se volteó.
— No me hagas esas caras _____, porque sabes que caigo en tus encantos -seguia mirando hacia la pared- No puedes comer picante ahorita porque te irrita el estómago y por eso te dan cólicos.
— Bueeeno, mejor algo ligero -volteó a verme- ¿Puede ser fruta con yoghurt?
— Eso sí, ¿De qué sabor quieres el yoghurt?
— Natural -le respondí con una sonrisa.
— Está bien, ahorita regreso, voy a comprar el yoghurt
— Toma, llévate mis llaves -le lancé mis llaves y salió de mi cuarto-
En lo que regresaba Shawn, me tomé mi té, no sé que le puso que sabe delicioso e incluso sabe mejor a comparación de los que yo hago.
— Listooo -entró Shawn con dos platos de fruta- También me preparé un poco para mí, es que se me antojo -soltó una risa.
— Está bien, amor -le sonreí- ven, siéntate conmigo, vamos a ver una película
Me pasó los platos para que él se pudiera acomodar a lado mío, cuando lo logró le pasé su plato y miramos la película.
- Gracias -dije de repente.
- ¿Por qué? -me miró.
- Por ser el mejor novio de todo el universo -se sonrojó y yo le dí un corto beso- Te amo, Shawn
- Yo también te amo, cielo