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______ había decidido regresar al lugar que fue su hogar por mucho tiempo, pero quizás no había sido una buena idea.
Llegó al apartamento en donde vivió tantos buenos momentos, discusiones y mucho amor. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro y recorrió el lugar que estaba tapado con sábanas blancas, se acercó al piano que había y le quitó la sábana. Observó el piano y aquel recuerdo llegó a ella.
- Cuándo nos casemos voy a cantarte mientras toco este piano —le dijo él— Tú cantas hermoso y tu voz es mi melodía favorita, pero ese día yo cantaré para ti.
Se sentó a un lado de él y tocó algunas teclas.
- ¿Y si mejor me cantas ahora?, no quiero esperar tanto.
- No te preocupes mi amor, muy pronto serás la señora Mendes.
Se rieron y recargó su cabeza en el hombro del chico.
______ mordió su mejilla por dentro y de nuevo lo tapó. Salió al balcón admirando la hermosa vista que tenía de gran parte de Toronto, respiró de aquel aire y cerró sus ojos al sentir esa gran tranquilidad.
-¿Cuántos hijos quieres tener?
-Tres, que sean niños — le sonrió— Y ya pensé en los nombres
- Sí, pero no le vamos a poner Benito a uno
-¿No te gusta ese nombre? —negó bromeando y el cantante se subió encima de ella para morder levemente su quijada— Bien, tengo nombres de sobra para nuestros hijos.
Una pequeña lágrima escurrió en su mejilla pero no abrió sus ojos.
-¿Cómo fue que dejaste de amarme?, ¿Cómo?
-Porque no estamos destinados a estar juntos, la distancia nos separa, _____ y jamás funcionará. Lo lamento pero es por nuestro bien, encontrarás a alguien más y se que yo lo haré, esto lo hago para que no lleguemos a odiarnos.
La chica limpió sus lágrimas y se dejó caer en el piso recargandose de la pared, el canadiense se hincó frente a ella y agarró sus manos.
-______, esto también es difícil para mi pero así debe de ser.
Negó y bajó su cabeza.
-Yo te amo.
-Lo sé y créeme que te quiero mucho.
_______ sintió un nudo en su garganta al escucharlo decir sólo un te quiero y no un te amo así que se armó de valor y lo miró, miró aquellos ojos miel.
- ¿Ya no me amas?, ¿cierto?
-Ya no —susurró— Y quisiera que lo que tanto sentía por ti regresara pero ya no, se acabó lo que teníamos y fue por la distancia incluyendo el trabajo de ambos.