Nuestro Camino

Y al oído suave nos susurro

Yo no sabía como reaccionar, ni que hacer, así que decidí irme de viaje a la Mesa, Cundinamarca, convencí a mi hermana, también nos fuimos con mis abuelitos, ellos me notaron algo extraña, decididos a saber que me ocurría, me preguntaron, yo les respondí que no pasaba nada, cuando llegue cogí mi celular y me fui a lo alto de una pila de piedras en forma de pirámide, que solo mis primos y yo habíamos aprendido a escalar, sentada allí le escribí a Joel que ya había llegado, aunque antes de salir de casa le había dicho que saldría de viaje por 1 semana, él muy confundido decidió preguntarme a donde y yo le dije que iría a la Mesa. Cuando le escribí allá en la finca me dijo que el no permitiría que yo me alejara así que por favor le diera una referencia de como llegar a la finca, yo le di todas las referencias, y de pronto ví llegar un carro con tres personas a bordo, mientras ví ese carro entró una llamada de Joel, el simplemente me dijo abre la puerta.

Yo no podía creer lo que estaba ocurriendo, mentalmente me sentí inestable, creí que todo se había acabado, sabía que apenas lo viera aparecer por la puerta de ese carro, mi mundo caería a sus pies, pues veía como mi respiración se agitaba y ya no era yo quien controlaba mi cuerpo era Joel, empecé a sentir como mis piernas ya no me obedecían, lo mortal fue haberlo visto bajar del carro con una tarjeta en sus manos que decía "lo lamento, nunca debí haber dejado de que te fueras de mi lado anoche, perdón, no te voy a dejar sola nunca más, te amo"