Dime que tu lates por mi también

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Mire y era mi mejor amigo, me salí del cuarto y le conteste. Él me dijo que yo donde estaba, yo le respondí que en la Mesa, que estaba con mi hermana, que porque me lo preguntaba. Él me dijo que queria saber porque iba directo hacia la finca, que ya estaban muy cerca, yo corrí hasta la puerta cuando vi llegar el carro, sabía que existía la posibilidad que Joel se molestara pues no conocía a Santiago, yo no supe que hacer, la felicidad me invadía, tener a mi mejor amigo conmigo me hacia muy feliz en especial porque era la oportunidad perfecta para que Santiago se enterara de quien era el hombre por el cual yo vivía y moría al mismo tiempo. Yo muy feliz le abrí la puerta el se bajo del carro me dio un abrazo mientras la mamá entraba el carro al darme el abrazo me alzo y corrí la cabeza, así que mis labios quedaron muy cerca de los de él. Yo le dije que gracias por haber venido. Joel, como era de esperarse se puso celoso, yo sabía que debía decirle que yo casi había sido novia de mi mejor amigo, y que el era el ex novio de mi hermana. No supe como reaccionar a la mirada retadora de Joel por lo cual, decidí llamarlos a los dos, sabia que el derecho de las cosas era presentarlos correctamente, supe desde el momento en que salí de la habitación que compartía con el que en ese momento llamaba novio, cada paso que daba alejándome de esa habitación era un cuchillo de inseguridad y duda que yo enterraba en Joel, el no sabia nada de lo que estaba ocurriendo y quien no duda cuando la otra persona se aleja para contestar su celular, sabia que estaba mal pero igual no importo en el momento en que me levante de esa cama y salí de la habitación.

Nuestro CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora