Capítulo Extra 3

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Mi corazón solamente me hizo pensar en no seas estúpida, levántate y besalo, pero mi mente se negaba a tomar esa decisión, no quería dejarlo, por más que nos hicieramos daño lo seguía amando, ya no dejaba de soñar una vida junto a él, no podía imaginarme un mundo en el que no estuviera Joel, era difícil de explicar, pero había llegado a enamorarme tan intensamente de él, que me era imposible olvidarlo y sobre todo dejarlo.

-Valentina, mi amor, escúchame un momento por favor-me dijo mirándome a los ojos, pero en ellos había un brillo de decepción y tristeza.

-esta bien, tienes cinco minutos antes que vuelva mi hermano-dije seria, no estaría tan fácil convencerme de algo.

-esta bien, ¿puedo?-me pregunto para poder sentarse mi cama.

-claro-dije seca.

-bueno mira, se que nunca fue nada perfecto, no hay un solo día en que no te piense desde que te conocí, eres especial, única, te amo y sobre todo me importa mucho todo lo que te pase, eres la persona que soñé, la mujer que siempre esperé-dijo. Fui a interrumpirlo y alzo su mano para detenerme, así que tuve que guardar silencio. -Valentina, yo debo confesarte que al principio no te amaba, no creía en el amor, me diste una oportunidad de saber que era amar y ser amado, me destruye por dentro el imaginarme una vida sin ti, te amo y ahora creo que es posible amar a alguien tan intensamente que duela pero es un dolor de aprendizaje porque a veces te das cuenta que eres un tonto y lastimas a la única persona que te hace feliz, mi felicidad depende de ti mi amor y aunque pienses que para mí era solo lograr tener sexo contigo, no fue así, me enamoré y fue algo que no planee, si yo no te amará no estaría aquí pidiéndote que me perdones, por favor Valentina, perdóname, dame una oportunidad, cuando tú y yo lo hicimos, sentí que fue por amor, no por deseo, yo hice el amor contigo, no se si tu pienses lo mismo, te amo y aunque no me perdones tenía que decirte todo esto, era justo que lo supieras-dijo con sus ojos vidriosos.

No podía creer que él me hubiera dicho esto, yo también lo amaba, siempre quise saber que pasaba por esa cabecita, tal vez fue llegar a este extremo el que hizo que él reaccionara, por una parte me sentía culpable porque lo puse en una situación muy fea era como haberlo acorralado contra una pared y hacerle colocado una pistola en la cabeza, de modo que un solo error y apretaría el gatillo.

-¿eso es todo?-dije aún seca.

-si eso era todo-dijo dejando que una lágrima callera por su mejilla.

-¿crees que esto me convence?-pregunté con todo de desaprobación.

-supuse que ayudaría a que desarmaras tu corazón-dijo mirando hacia el suelo.

-pues lo hizo y sabes ¿por que?, porque eres lo mejor que me paso en la vida y yo también te amo-respondí acercándome a él, gateando hacia el borde de mi cama.

-¿en serio?-pregunto, alzando si mirada, riendo al verme llegar a su lado.

-si, es en serio-dije lanzándome a sus brazos, haciendo que estuviera prevenido a recibirme.
Enrolle mis piernas a cada lado de su cintura, haciéndonos girar un poco, para luego mirarnos fijamente y decirnos lo mejor que podíamos decir.

-TE AMO-dijimos al unísono.

Poco a poco fui quedando recostada sobre mi cama, mientras nos besábamos y ese beso iba subiendo de tono. Sabía que mi hermano no llegaría a dormir, muy probablemente estaría con su novia y mi hermana estaba en una salida con sus amigas, dormiría con él esta noche, sonaba algo raro aún para mi, pero igual estaría dispuesta a salvar mi relación, algo que me costó tanto constituir, no lo tiraría a la basura, esa no era la mejor solución.

-está segura que aquí, estamos en tu casa, tu hermano puede llegar en cualquier momento y peor, tu hermana también puede llegar de la u-dijo parando ese beso tan intenso que estábamos teniendo.

-no llegarán, mi hermana está pasando un fin de semana con sus amigas y mi hermano se fue a donde su novia, ese fue el plan cuando tú llegaste-dije sonriendo inocentemente.

Él apenas me sonrió en aprobación y siguió con su camino de besos por mi cuello, llegando al borde de mi blusa, subió su mirada hacia la mía pidiéndome como ¿aprobación?, así que yo solo reí. Después de unos besos muy intensos y caricias, la ropa empezó a estorbarnos y poco a poco nos fuimos deshaciendo de la ropa. Me quito la blusa, mientras yo desabotonaba su camiseta y se la sacaba por su cabeza, luego nos deshicimos de mi pantaloneta y luego desaparecí su pantalón, viendo que sus boxers revelaban un bulto en ellos. Luego me quito el sostén y yo le ayude con mis bragas y con sus boxers.

-¿estás segura?-me pregunto.

De nuevo esta inseguridad entre nosotros, se que no he sido la persona más segura con él, pero de esto no me cabía duda, quería que pasará.

-si amor, estoy segura-dije regulando un poco mi respiración.

Tal vez hubiera deseado no haber respondido, se colocó el preservativo y entro ferozmente en mi, sentí una ola de calor en todo mi cuerpo, busco mi mano y entrelazó nuestras manos, empezó con embestidas suaves y luego aumento el ritmo pero bastante, era un placer inmenso, el dolor casi ni existió la primera vez, llegamos al clímax juntos gritando un te amo, está había sido lo más hermoso que me había pasado, tal vez era tiempo de seguir nuestro camino.

Nuestro CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora