Luego de casi morirse de vergüenza frente al omega, JungKook estaba dirigiéndose por las calles de Seúl con destino al edificio Paradise. Maldecía a su animal interior. Era un maldito necesitado.
«¿Qué es lo que pretendes? ¡No puedes ir como si nada intentando seducirlo, muchísimo menos en público, frente a Yeong! » Reclamó insistentemente, los recuerdos de minutos atrás le hacían enrojecer el rostro.
«Minutos atrás, en el preescolar.»
—No has cambiado nada —el barítono conocido para la menor, le hizo soltarse del agarre de su padre y, a este, se le fue el aliento.
De nuevo. Estaba frente a su persona, sonriendo tan bellamente, sin esfuerzo, como solo él lo hacía, portando un mandil color celeste pastel con ositos bordados.
—Ojalá pudiera decir lo mismo de ti, pero es la segunda vez que nos encontramos y sería demasiado pronto para corroborarlo —respondió, su estómago revolviéndose al su lobo agitarse. Sus feromonas volviéndose dulces, seductoras para el omega.
«¡Detente ahora mismo!» Ordenó, mas el lobo le ignoró con orgullo; pues sintió obtener respuesta, al percibir el cambio de aroma del contrario.
La tensión fue palpable, aunque así como ambos pudieron percibirlo, todo dio fin cuando el estruendoso llanto de un niño resonó, de manera intermitente, al no querer ingresar a la escuela, obligándolos a salir del trance. De nuevo. Ambos no sabían cómo actuar con el otro.
Ambos soltaron una risita, avergonzados por el repentino bucle en el que se encontraron, Kook estaba por hablar cuando fue el otro quien se adelantó a hacerlo.
—La paternidad no te cambio. Siempre creí que serías el amargado de... —sus palabras se detuvieron abruptamente al darse cuenta de lo que estaba por decir, sus cachetitos se sonrojaron.
JungKook sonrió bajando su mirada por una fracción de segundo, se sentía como un estúpido frente a él. La principal razón, era su animal rebelde que intentaba obtener cualquier tipo de comunicación con el lobo ajeno.
—Puedes ver que no es así; porque esta mujercita, es mi adoración —respondió, tratando de no cometer el mismo error del otro.
La niña de hebras cortas y oscuras les miraba con curiosidad. Nunca había visto actuar a su padre así, podría estar pequeña, tener apenas unos cuantos añitos de vida, mas ella sabía de memoria cada reacción, acción y mueca del adulto.
—Papi Koo, ¿conoces a mi maestro? —Preguntó, intentando ser discreta.
JungKook acarició la cabellera de su hija, asintiendo brevemente sin saber cómo explicarle.
El maestro al verlo no saber qué respuesta complementaria darle, le pidió a la cachorra ingresar a la institución educativa, pues debía charlar cosas de adultos con su "Papi Koo".
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Gaman | KookV | En Emisión
RomansaTaeHyung y JungKook fueron novios en su etapa universitaria, categorizados como la mejor pareja en ese tiempo. No obstante, a mediados de sus carreras ambos se separaron porque tenían distintos planes para su vida, quedando en una armoniosa amistad...