En la actualidad
Un nuevo día, otra vez a esa prisión a la que llaman colegio.
Me levanté de golpe más temprano de lo normal, me encontraba sudando, con algunas lágrimas en los ojos, pude sentir como si retomara el aliente, limpié las lágrimas rápidamente y me levanté.
Solo me puse una camisa y un suéter encima que cubría mis brazos, salí de mi habitación encaminándome hacia el comedor pasando de camino por el cuarto de mi hermana, solo ver esa puerta y saber que nunca sonará la melodía de una canción de Lady Gaga saliendo de esa habitación, sabiendo que nunca volvería a haber un desorden ahí, saber que nunca volvería a dormir escuchando las historias ocurrentes de ella. Me dolía a más no poder.
- Cariño - Escuché a mi madre la cual me hablaba apenas llegué al comedor. - Ya me tengo que ir a trabajar, tu comida está en el sartén - Dicho eso se acercó a mí, me dio un beso en la frente y se fue.
Después de desayunar solo agarré mis cosas y me fui caminando al colegio. El camino fue largo, más largo de lo normal, tenía una extraña sensación, una sensación que me decía que algo importante pasaría hoy, ojalá y sea que arresten a algunos de mis extravagantes y descontrolados compañeros.
Llegué y apenas iba a entrar una chica me quitó el bolso de mis brazos.
- Eva, devuélvemelo - Le pedí a la chica musculosa con coleta.
- Ocupo entrenar, y tu bolso me sirve como pesa - Mintió, era obvio que mentía. - Igual luego te cobro el favor.
Bueno, al menos traba de disimular, no como los demás los cuales ni se esfuerzan, ella siempre hace cosas como cargarme algo y luego dice que le voy a deber un favor, favor que nunca me cobra.
Antes que pudiera poner mi mano en el mango de la puerta para abrirla unas chicas se pusieron frente de mí.
- Hola Noah, ya te abro la puerta - Dijo Katie mientras me sonreía.
- Pero Katie, habíamos acordado que esta vez sería yo quien le abriera la puerta a Noah - Le reprochó Sadie a su mejor amiga.
Pude ver como discutían por quien abriría la puerta, intenté abrirla yo, pero cuando lo intentaba me apartaban y discutían más. Para mi suerte una chica gótica apartó a las mejores amigas y abrió la puerta para luego hacerme un gesto para que entrará, cosa que obviamente hice.
- Gracias Gwen, quien sabes cuanto tiempo hubiera seguido así si no llegabas - Dije con un tono aburrido, pero no grosero.
- No hay de que, a veces ellas pueden ser un poco, desesperantes, pero siempre puedes saber que nunca lo hacen como mala intención - Dijo riendo un poco con simpatía para luego poner su mano en mi hombro - ¿Cómo has estado?
"Me puedo morir en cualquier momento, así que estoy de maravilla", quería decirle eso, pero talvez sería muy grosero. De todas formas, no pude responderle porque sentí como unos brazos me rodeaban y me elevaban.
- Owen, bájame - Solté con mucha dificultad ya que no me dejaba respirar.
Se empezó a oír como algunos chicos empezaron a regañar a Owen, disque me puede lastimar mucho y puedo salir perjudicado, creen que soy un niño, podrían disimularlo, ¿no?
- Perdón amigo, es que te extrañe el fin de semana - Dijo para luego volver a abrazarme, pero no tan brusco como antes.
"No eres mi amigo", lo pensé más no lo dije, no, nunca diría eso, pero es la verdad.
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"Por favor, un rato más" - noco
RomanceNoah sufría una enfermedad la cuál lo devastada y le quitaba las ganas de seguir con vida, le arrebató lo que más quería, solo quería dormir y no despertar más. ¿Cambiaría algo si llega un nuevo compañero a su salón? ¿Será buena idea no contarle sob...