Bad Ending (Nimona 2023)

Los mejores en ello

Ambrosius se encontraba en una habitación sombría, sumido en sus pensamientos, mientras daba vueltas al vaso que contenía la bebida ligera que había estado consumiendo. La bebida no hacía más que acentuar sus dudas y preocupaciones existenciales. La camarera había mencionado que a menudo tenía un efecto relajante en las personas, pero para él, simplemente parecía intensificar sus pensamientos.

En medio de su ensimismamiento, un guardia irrumpió en la habitación, sacándolo de su trance. La expresión en el rostro del guardia parecía urgente.

— ¡Ambrosius! —exclamó el guardia—. Hemos encontrado la guarida de Ballister. Un guardia lo vio llevando provisiones hacia una torre en el bosque, finalmente jefe! lo va a poder atrapar.

Ambrosius frunció el ceño.  Hacia 3 semanas que ocurrió la explosión del reloj, las cosa no se calmaron para nada, Ballister y Nimona había saqueado varias tiendas al rededor de el reino, desde las mas sofisticadas hasta tiendas random de cuches y baratijas.

Antes de que pudiera formular una respuesta, la directora entró en la habitación, acompañada de la sombra inquietante de su objetivo, llevaba la misma ropa, pero se le veía menos tensa, la gente en el reino comenzó a olvidar aquel vídeo, todos parecían haber creído su versión, ni siquiera los cazarrecompensas se cuestionaron algo. Ambrosius se puso de pie de inmediato, su expresión mostrando cierta tensión.

— Ambrosius —dijo la directora con su voz suave y persuasiva—, tal vez sea hora de ejecutar el plan que mencioné.

Ambrosius frunció el ceño con más fuerza, estaba seguro de lo que hablaba, pero prefería fingir que no. Había una serie de planes que habían estado discutiendo y evaluando, pero él no estaba seguro de cuál se estaba refiriendo en ese momento, esperaba que no se trata de el primero, el había estado dando vueltas al asunto cambiándolo cada que podía para retrasarlo máximo posible.

— ¿De qué plan estás hablando? —preguntó Ambrosius, mirando fijamente a la directora.

La directora le lanzó una mirada enigmática, con una sonrisa apenas perceptible. Ambrosius sintió que la directora era experta en mantener sus secretos y revelar solo lo necesario.

— Eso, mi querido Ambrosius —dijo la directora con un tono enigmático—, es una sorpresa. Pero no te preocupes, estoy segura de que cuando llegue el momento, comprenderás todo. Ya has hecho bien las ultimas 3 semanas, yo se que puedes mejorar.

Ambrosius se sintió incómodo con la falta de información, pero asintió, sabiendo que la directora a menudo tenía un plan maestro oculto. Aunque su mente estaba llena de dudas y preocupaciones, estaba dispuesto a seguir adelante, confiando en la dirección de la directora. Con un suspiro, respondió:

— Muy bien, esperaré tus instrucciones.

La directora le dio una última sonrisa antes de retirarse, desapareciendo en las sombras del ahora frió palacio blanco. Ambrosius se quedó solo en la habitación, sumido en sus pensamientos mientras intentaba descifrar el enigma de la directora y se preparaba para lo que vendría .Ambrosius finalmente salió de la sala, dejando atrás las inquietantes palabras de la directora. Se dirigió al baño, necesitando un momento para recoger sus pensamientos y lidiar con sus emociones. Se observó en el espejo. Su cabello había crecido un poco desde la última vez que se había sometido a un corte. Su cabello era una de las cosas que lo atormentaban en ese momento. La tradición familiar estipulaba que todos los descendientes de Gloriana, su predecesora en el cargo de caballero, debían llevar el mismo corte de cabello y parecerse lo más posible a ella. El pelo largo y ondulado, como el de ella, era un símbolo de honor y respeto a su memoria. 

Pero Ambrosius había tomado una decisión radical. Se había cortado el cabello en un acto de desafío contra las reglas y como una muestra de su apoyo a Ballister. Había querido alejarse de su legado, de la sombra de Gloriana. Quería ser un caballero distinto, uno que marcara su propio camino. Pero principalmente lo había hecho para recordarlo, para demostrarle que le amaba y que estaba dispuesto a romper reglas por el, promesa que muy poco le había durado.