Capítulo 13. No lo haré, lo prometo.

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Narra Gavi

Al terminar la gala, y darme a mi como ganador del golden boy fuimos a la pequeña fiesta qué hay después.

Mis compañeros ya iban un poco pasados de copas.

y ni hablar de Amelia.

Seguro que ya tenia como más de veinte copas encima.

Ya era muy tarde, como la una o dos de la mañana.

—Amelia, es hora de irnos— me acerque

—¿Ya? Venga pablito, disfruta un poco— me jalo del brazo

Apreté la mandíbula.

—Estas pasada de copas, venga vámonos.

Se cruzó de brazos y me miro.

—¿No quieres disfrutar un poco?

—Ya lo he hecho.

Bufo y me agarro de la mano estirándome a ella.

—Quiero besarte— murmuró, su vista se había posado en mis labios

—Si estuvieras en tus cinco sentidos me quisieras matar.

Sonrió y llevo sus brazos al rededor de mi cuello.

—Amelia...

—Shh...

Trague grueso y desvíe mi vista a otro lado.

No quería tocarla, no en ese estado.

—¿Porque te haces de rogar?— bufo

—Porque no voy a enrollarme contigo, sabiendo que me odias. Si lo haré, será cuando te logre enamorar.

Me miro incrédula.

—Que romántico, pero yo no busco enamorarme. Solo quiero enrollarme contigo, sólo una vez, al menos.

—No— la aparte del todo

Me miro mal.

—Mañana no te acordarás de esto, eso es lo bueno— suspire

—¿Por?— enarcó una ceja

—Porqué sonó muy romántico— bromeé

Ella soltó una risa.

No lo había dicho por eso.

Llevaba un año enamorado de Amelia. Desde el maldito día en que nos vimos.

Intentaba sacármela de la cabeza enrollándome con otras. Pero era imposible.

Amelia era única.

y la primera vez que nos conocimos.. lo hicimos fatal. Sin querer ese día derrame café en su abrigo y ella me mandó prácticamente a la mierda, y bueno... yo tampoco me había quedado callado.

—Bueno, nos vamos— agarre su mano para comenzar a caminar hasta la salida

No sin antes despedirme de los chicos.

Por suerte Araujo los iba llevar.

Llegamos a mi coche y antes de entrar. Pase su americana por encima de sus hombros.

Comencé a conducir hasta su casa.

Una vez llegamos. Su amiga Martina estaba esperando.

—Joder...—Murmuró al verla—. Bebió mucho— me miro

—Pf ni te digo.

Suspiro y ayudo a su amiga a entrar.

—Bueno, muchas gracias por traerla sana y salva— sonrió

𝗟𝗮 𝗙𝗮𝗺𝗮 - 𝗴𝗮𝘃𝗶 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora