Capítulo 30. ¿Qué hacías?

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Los siguientes días fueron pasando y para ser exacto. Ya estábamos de vuelta en Barcelona.

Gavi volvió a sus entrenamientos y yo volví a subir contenido a mis redes, de mi día a día ya que por mucho tiempo dejé de hacerlo.

Había subido también nuevas fotos de cuando estaba en sevilla con Gavi.

Ahora mismo me encontraba trabajando en mi móvil, tenía que mandar unos correos y también subir historias.

Pero todo me fue interrumpido por una llamada de Gavi. Suspire y descolgué.

—Hola.

—¿Amelia estás ocupada?

Suspire.— Si.

—Puff tengo una entrevista y Xavi dijo que tenías que estar.

—¿Yo? Para que— me extrañe

—No se.

—No puedo gavi, tengo que mandar un correo y lo estoy leyendo primero.

—Venga no pasada nada. Luego pasó por tu casa.

—¿Para?

—¿Para que más? Quiero verte.

Rode Los ojos.— Valeee niño.

—Venga adiós guapa— colgó

Sonreí inconscientemente. Pero rápido borre esa sonrisa, no quería enamorarme. Solo era un contrato y cuando esté acabe el seguirá su vida y yo la mía. Solo se portaba bien conmigo, es solo eso...

Suspire y seguí trabajando.

No quería pensar en eso, ni en el.





















La tarde siguió y yo estaba haciéndome algo de comer ya que había terminado de mandar el correo.

Mientras hacía una ensalada mi móvil sonó y tomé aire para cogerlo.

Era Martina.

—¿Que pasa?— puse en alta voz ya que estaba cortando tomate

—Hola a ti también— ironizó desde el otro lado

Rode Los ojos.

—Hola Martina, cómo estás, ¿así esta bien?— ironicé

—Claro, ¿Yo bien y tu?

Solté un suspiro.— Bien, ¿cómo va todo por allá?

Estuvimos hablando un rato hasta que acabe la ensalada. Luego tuvo que colgar ya que se iba a comer con unos amigos.

Una vez acabé de comer la ensalada lave los trastes y me iba a ir a mi habitación pero el timbre de casa sonó. Me extrañe ya que según yo no esperaba a nadie.

Camine hasta la puerta y la abrí.

Gavi sonrío al verme y me abrazo de golpe.

Confusa le seguí el abrazo.

—¿A que viene eso?— alce las cejas

—Que te extrañaba— me apretó a su cuerpo

Rode Los ojos.— Que exagerado.

—¿Exagerado? Si desde que vinimos de Sevilla no te había visto.

Reprimí una risa mientras el se apartaba y se acercaba a mi boca.

𝗟𝗮 𝗙𝗮𝗺𝗮 - 𝗴𝗮𝘃𝗶 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora