DxD, Mi Sistema de Villanos

Capítulo 61: Un amuleto inexplicable

La barrera entre lo sobrenatural y el mundo humano fue rota por Light Yagami.

Eva estaba tan absorta en su batalla contra él que, en medio del aislamiento de la zona para proteger a los inocentes, no se dio cuenta del momento exacto en que erigió esta barrera.

Sin embargo, esta era solo una de las innumerables preguntas que rondaban su mente. La intrigante figura de Light la hizo cuestionar cada vez más. ¿Por qué alguien de tal magnitud elegiría vivir como un simple mortal?

Al verlo por un día, verlo asistir a la escuela y aprender como cualquier otro terrícola, su desconcierto solo creció.

Eva se dio cuenta de que su información sobre Light era incorrecta, lo que la confundió y sintió aún más curiosidad. ¿Cómo pudo haberse comprometido con Lala Satalin Deviluke? ¿Era realmente ella la que se teletransportaba a su bañera por error?

Y hablando de Lala, Eva sentía una deuda de gratitud con su padre. Fue él quien, intencionalmente o no, la liberó de su cautiverio donde fue sometida a crueles experimentos.

Sin embargo, después de su liberación, Eva tuvo que forjar su propio camino, lo que la llevó a convertirse en asesina. No se arrepintió de su decisión, pero ahora cargaba con el peso de haber quitado vidas.

—¿A dónde vamos? —preguntó Eva.

Tenía la intención de llamar a su nave espacial, pero dada la promesa de Light de cuidar de ella, su curiosidad se despertó. Aunque era independiente, algo en ella quería confiar en él, aunque solo fuera un poco.

Light la miró, una sonrisa encantadora iluminó su rostro.

Esa sonrisa evocó una sensación peculiar en Eva, haciendo que su corazón se acelerara, aunque no entendía por qué.

"Vamos a mi casa", respondió. "Pero no te preocupes, hay muchas habitaciones disponibles. Puedes elegir cualquiera para instalarte".

Eva vaciló, buscando las palabras. "Gracias, Light Yagami-sama."

"Solo Light está bien", replicó. "No hay necesidad de formalidades. Mírame como un hermano mayor y deja de lado los honoríficos. Yo haré lo mismo por ti, Eva.

"... Lo intentaré —murmuró—.

Con una sonrisa pícara, Lala se acercó y dijo: "Se está sonrojando. ¡Qué adorable~!", abrazando a Eva después.

"¿Adorable? ¿Estás hablando de mí?" La voz de Eva se suavizó y su rubor se hizo más profundo.

"¿Qué pasa, Eva-chan?" —inquirió Lala, sin dejar de envolverla en sus brazos.

"Es solo que... Nadie me había dicho algo así antes". Eva bajó la voz y su habitual expresión severa se suavizó notablemente.

—¿En serio? Light reflexionó sobre el manga/anime que había visto. Sin embargo, le costaba creerlo. "¿Cómo alguien tan adorable como tú nunca ha escuchado eso antes?"

Eva vaciló. "No lo sé", admitió.

"Tal vez la gente vio algo diferente en ti", sugirió Light pensativo.

Se preguntaba internamente: '¿Soy realmente adorable?' Una sensación agradable la llenó.

En el fondo, Eva seguía siendo una chica de 15 años que se había visto obligada a madurar en un universo despiadado.

Cuando Lala finalmente la soltó, Eva retrocedió un poco. No es que no disfrutara del abrazo de Lala, pero estar tan cerca de alguien la hacía sentir vulnerable. Sobre todo con alguien tan llena de vida, pura y cariñosa como Lala, que le calentó el corazón.