Capítulo 20

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Me desperté temprano después de una noche en vela. Apenas había podido conciliar el sueño debido a la discusión que tuve con Ian. Aún sentía un leve enojo, pero también una profunda culpa por la forma en que lo eché de mi departamento.

Decidí tomar una ducha para refrescar mi mente y mi cuerpo. El agua caliente caía sobre mí, ayudándome a relajarme poco a poco. Después de secarme, me puse una ropa cómoda y envolví mi cabello en una toalla. Todo esto sucedió en la madrugada, mientras el mundo aún dormía. Aunque me sentía despierta físicamente, emocionalmente todavía estaba lidiando con los remanentes de la discusión.

Pasaron meses, meses que se volvieron eternos desde aquel día en el restaurante con papá. Por alguna razón, esos meses se sintieron gravemente horribles, como si estuviera atrapada en una especie de tormenta emocional. No podía dejar de pensar en ello.

Papá Yoongi había estado conversando conmigo sobre Jungkook. Insistía en que le diera una oportunidad, que al menos hablara un poco más con él. Al principio, no acepté de inmediato, pero llegamos a un punto en el que Yoongi me insistió tanto que decidí responderle más seguido a las llamadas de Jungkook.

Intenté cambiar mi enfoque y abrirme a la posibilidad. Pero a medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que las fichas no se estaban moviendo como esperaba. A pesar de mis intentos, algo parecía estar bloqueando cualquier progreso real entre nosotros. Era frustrante y confuso.

No sabía si era yo quien no estaba lista para dejar atrás el pasado y darle una oportunidad. Me sentía atrapada en medio de estas emociones encontradas, sin saber qué camino tomar. No lo odiaba pero con tan solo escuchar sobre el me lastimaba. Se puede escuchar inmaduro para una persona de mi edad pero era lo que sentía.

El llamado en la puerta me hizo despertar del trance en el que tal vez me había ido durante unos minutos tan solo sumergida en mis pensamientos. Me levanté del sofá y sin mirar por el pequeño ojo de la puerta la abrí. No me sorprendí cuando noté a papá frente a mi con un traje carísimo.

Mi expresión nunca cambió solo le di una mirada de arriba abajo para darme la vuelta y caminar  a la cocina dándole la referencia a que podía entrar.

—Buenos días para ti también. —El entró con pasos lentos a mi departamento.

No respondí. En silencio comencé a prepararme un poco café. La cabeza me daba vueltas y sentía que eso era la solución que podría ayudarme.

—No leíste mis mensajes anoche, así que vine.

Nuevamente no respondí. Jungkook se había sentado en la barra de mi cocina, yo le estaba dando la espalda mientras preparaba el café.

—Princesa, tu hermana tiene una actividad escolar ¿No vas a ir? Se muere por que estés con ella. Aunque no quieras verla, te ama mucho.

—¿Mi hermana? —Aún dándole la espalda reí por lo bajo con sarcasmo— Hablas de la esposa de tu hija.

—Tu hermana. Es mi hija también.

—Que yo sepa no tengo hermanos por qué mi mamá solo me tuvo a mi. —prendí el fuego y me gire cruzándome de brazos— Así que, no sé de qué hermana me hablas.

—¿Enserio vas a comportarte así? Se que entre nosotros no hay una buena relación, pero tu hermana no tiene la culpa. Dale un oportunidad, ella te ama. Solo ve a su actividad, será un lindo recuerdo, ver a su familia junta la hará feliz.

A medida que escuchaba las palabras, una mezcla de incredulidad y enojo se apoderó de mí. No pude evitar lanzar una carcajada al aire al escuchar tales sugerencias. ¿Quién se creía él? Aún estaba enojada por lo que había ocurrido con Ian, y ahora esto se sumaba a la lista de frustraciones.

—¿Me estás jodiendo verdad?

Papá guardó en silencio y soltó un suspiro desviando su cabeza.

—Vaya, que preocupado estás por eso, por una familia unida y buenos recuerdos.  —Comencé a caminar con pasos lentos alrededor de la cocina— ¿Sabes que recuerdo yo? Que cuando fue mi graduación tú la olvidaste.

Me detuve al otro lado de la barra colocando ambas manos sobre esta y mi ceño fruncido.

—Ni siquiera fuiste por qué no te importó acompañarme y me dejaste sola. Y ahora tú. —Lo apunté con el dedo demandante— Me pides que vaya a la actividad escolar de tu hija para fingir ser una familia feliz y unida. —Hice un gesto de entrecomillas con mis manos— Esas tonterías no van conmigo Jungkook, pero que bueno que ya no harás lo mismo y ahora si vas a ser un padre de verdad.

Nos encontrábamos cara a cara. Solo la barra del lugar nos separaba físicamente, pero emocionalmente parecía que había un abismo entre nosotros. Mis expresiones estaban fruncidas por el coraje y la frustración que había acumulado por las palabras que salieron de mi boca con una determinación cargada de emoción.

Aunque me dolía confrontar a mi padre de esta manera, también sentía una liberación al expresar mi verdadero sentir.

—Nunca vas a perdonarme, ¿Cierto? Se que no fuí el mejor papá y fallé en muchas cosas, lo sé y no hay día en el que no me arrepienta.

—Ya Jungkook, dejate de estupideces, cada vez que me hablas me fastidias. Ve a celebrar con tu hija y tu esposa como una familia feliz, pero a mí no me metas.

—Aún así voy a estarte esperando mi princesa, siempre voy a estar esperándote.

—A mi no me digas así, que para eso ya tienes a tu hija, espero que esta vez si hagas las cosas bien para que no termine odiandote como yo.  —Murmure la última palabra girándome de regreso a la cafetera.

—Tú también eres mi hija, mi princesa, nunca voy a dejar de verte como mi niña. —Escuché su voz a mis espaldas— Y aunque ahora tenga otra hija, tú sigues siendo mi mas grande amor y mi primer princesa.

Sus pasos chocaron en el piso y escuché la puerta del departamento abrirse.

—Te amo hija. Nunca olvides que papá te ama

Y sin más se marchó.

papá ausente -jjk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora