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-Ven, pasa, puedes colgar tu abrigo aquí. No te preocupes, mi madre no vendrá hasta la semana que viene, está de vacaciones en Inglaterra con su nuevo novio.

Yoongi  atravesó el umbral con cierta reticencia, y examinó cada rincón de la casa recorriéndola sólo con sus ojos, mientras permanecía de pie con las manos tomadas en la espalda. Era un típico departamento de Norteamérica, amplio y luminoso, sobrecargado de electrodomésticos, tan modernos como inservibles, que le daban el característico toque impersonal que predominaba en aquella sociedad.

Jimin se veía contento de moverse en su terreno, y con comentarios alegres dispuso las tazas sobre la pulcra mesa de la cocina, hurgando con el entusiasmo de un niño el contenido de una lata de galletas.

-¿Cómo quieres tu café?

-Negro, sin azúcar, y bien caliente -respondió Yoongi, sin comprender qué había dicho tan gracioso para que Jimin se echara a reír.

-Olvídalo -insistió el otro, restándole importancia con un gesto de su mano-. Ven, te mostraré el resto de la casa.

La breve expedición no lo sorprendió mucho, más de lo mismo que había imaginado encontrar apenas entrar en la casa, siendo su único descubrimiento inesperado un gato gordo y naranja que, cómodamente echado sobre un televisor gigante, lo observaba con cara de pocos amigos. El ruso lo miró de igual modo.

-Y ésta es mi habitación.

Yoongi echó un vistazo desde la puerta, y luego entró con paso lento, sus manos aún tomadas en la espalda. Con gesto evaluador observó los muebles y luego las paredes que lo rodeaban, tapizadas de posters de películas como, El Señor de los Anillos, Harry Potter, Entrevista con el Vampiro, La Historia Sin Fin, Laberinto... No cabía duda de que le gustaba la fantasía...

-¿Qué te parece?

-Interesante... -comentó Yoongi simplemente, mientras observaba a un mago de capa negra y penetrantes ojos oscuros que lo miraba desde el papel con gesto amenazador.

-No te gustó... Dime la verdad.

El ruso echó una mirada a las interminables filas de CD's, ¿Backstreet boys?, ¿Cristina Aguilera?

-Es un poco teen para mi gusto.

Erick se echó a reír, recostándose sobre su cama, abrazando un almohadón.

-Bueno, lo tengo casi igual desde niño, pero sí, tal vez lo sea, ¿cómo son los cuartos de los adolescentes en Rusia?

-No lo sé, no conozco ninguno.

-Me refería a ti...

Yoongi, que examinaba ahora la pequeña biblioteca, se giró como si lo hubieran insultado.

-¿Yo?, ¿crees que soy un adolescente?

-Lo dices como si fueras un anciano.

-No importa mi edad, jamás he sido un estúpido
teenager.

-Vamos, fumar a escondidas, salir a bailar, jueguitos prohibidos con alguien... Diversiones insensatas, tontas e inocentes, ¿nunca has hecho nada de eso?

Inocente... ¿Habría sido alguna vez inocente? Desde que había practicado su primer sexo oral a los once años, había borrado esa palabra de su vocabulario.

-Nunca tuve tiempo para esas cosas...

La tarde todavía era plena, pero las persianas bajas impedían que el sol entrara sino a través de las rendijas, otorgándole a la habitación una suave iluminación dorada, reflectando bellamente sobre las numerosas medallas expuestas sobre un mueble.

Sangre Sobre el Hielo (Yoonmin)Where stories live. Discover now