•11:50 p.m•
— Chicos, solo faltan 10 minutos -Mencionó emocionado el híbrido-
— ¿Y a mi qué?
— Ya Duxo, no te enojes porque te gané en el Monopoly -Sonrió en burla hacia el azabache-
— Ya chicos, parecen niños de 6 años, dejen de echarse hate por tonterías -Interrumpió Mictia- Y Aquino, deja de estar pegado a Duxo como un chicle men
— Es que huele rico -Respondió apegándose más al cuerpo del oji lila en un pequeño abrazo, era muy fan del olor a lavanda que desprendía el de pelo semi morado gracias a su perfume-
— Pero sabes que Duxo no es muy fan del contacto físico
— Lo sé, pero me dio permiso -Sonrió, al estar pegado a Duxo pudo sentir como sus latidos aceleraban fuertemente, su rostro se enrojecía levemente y sudaba un poco, empezaba a preocuparle- ¿Todo bien? Si te incomoda puedes decirme y yo-
— ¿Por qué me incomodaría? Yo te di permiso, además, me encanta el contacto físico, es más, podría declararme el mayor fan del contacto físico en el mundo -Interrumpió embobado por la cercanía del cuerpo del oji miel-
Mictia rodó los ojos, sí que el amor te vuelve un tonto
— Bueno... ¿Trajeron regalos?
Para sorpresa de muchos, todos asintieron con la cabeza, al parecer iban a haber muchos regalos
— Pensé que nadie iba a traer -Dijo Cejo al ver que todos habían llevado regalos-
— Yo también pensé lo mismo -Expresó el híbrido-
— Es que ahora sí hay chamba para comprar regalos -Respondió Aquino-
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•11:58 p.m•
— ¡Ya solo quedan dos minutos! -Sonrió con ansias la castaña, ya casi era oficialmente Navidad-
— ¡En dos minutos comienza la balacera! -Pronunció Locochon con una sonrisa, haciendo que suelten carcajadas por lo bajo-
•11:59 p.m•
— UN MINUTOOO -Informó el de ojos lilas-
— Vayan sacando los regalos -Mencionó el de cabellos naranjas compartiendo la sonrisa con el híbrido-
— Ya falta poquito -Continuó el de ojos miel mientras seguía abrazando al de cabellos azabaches-
El de cabellos semi morados observó los ojos del castaño creando un contacto visual, ambos se sonrieron con emoción por pasar la Navidad juntos para luego observar a los demás, todos estaban emocionados por pasar la festividad en grupo por primera vez
Se quedaron en silencio por unos segundos hasta que el castaño decidió preguntar
— ¿Cuánto falta? -Dijo el de ojos miel al ver que el azabache tenía su celular cerca-