Hablar

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•10:35 a.m•

— Duxo -Murmuró con voz ronca el castaño, parecía que recién se había levantado- me aplastas webon...

El de orbes lilas al escuchar aquello ni se inmutó, no recordaba ni dónde estaba porque recién lo habían despertado. Aquino comprendió el cansancio del contrario así que lo dejó dormir un rato más, después de todo se le hacía un tanto tierno ver al chico durmiendo abrazado a él... bueno, más que un abrazo parecía que el azabache no se quería separar de él, se aferraba a su abrigo con fuerza como si no lo quisiera dejar ir

El de ojos miel se sorprendía por el accionar de Duxo, no era muy común en él dar abrazos y aún seguía procesando lo que le dijo en la madrugada, le parecia irreal que el Duxo enojón e irritable sea el mismo que en ese momento se aferraba a él como si fuera a irse. Ahora que estaba semi despierto ya no podía volver a dormir, se quedó pensando un rato para luego volver a observar al chico que dormía casi sobre su pecho

"¿Te gusta el contacto físico desde que yo estoy contigo?"

Pensó mientras observaba al bello durmiente, con ese pensamiento pasó suavemente sus brazos alrededor del cuerpo del contrario para arroparlo con cuidado

Pudo ver más de cerca los suaves y cuidados cabellos del más bajo que siempre había querido ver, también sus pestañas y ojos cerrados dando un descanso, sus pensamientos se volvieron un enredo de ideas y sentimientos que no sabía describir, había oído de las personas que afirmaban haber sentido ser flechadas por el tan famoso 'Cupido' pero nunca había vivido esa experiencia hasta ese momento, realmente había sentido que algo en él empezaba a intensificarse pero no lograba entender qué era exactamente

Mientras lo abrazaba pudo sentir algo en la espalda del de orbes lilas, algo como un pequeño movimiento

— ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? -Preguntó el recién levantado con una media sonrisa al ver al castaño mirarlo fijamente-

— Ah? No, yo estaba, solo quería -Otra vez el enredo en sus pensamientos, pero esta vez no solo sus pensamientos se enredaban, también se enredaban sus palabras- So

El azabache rió por lo bajo al notar el nerviosismo de su amigo. Aún echado, observó a su alrededor para darse cuenta del abrazo que le estaba brindando, se levantó inmediatamente en un movimiento rápido y torpe sacándole una carcajada al contrario

— ¿E-Estamos en el cuarto de Locochon? -Preguntó con la cara un poco enrojecida tratando de cambiar el tema- ¿Por qué dormimos juntos?

— Yo vine acá y luego tu entraste solito ¿No te acuerdas que me suplicaste que duerma contigo porque te da miedo dormir solo? -Interrogó Aquino con tono burlesco- Eres muy diferente cuando estás borracho Duxito

— Verga... ¿qué más hice?

— Nada, solo me dijiste lo mucho que me amabas y tuvimos sexo

— ¿QUÉ?

— So, es broma... bueno lo primero no, pero además de eso no tuvimos nada -Respondió riendo al ver la reacción de su amigo-

— Carajo, me dio un infarto webón -Habló el de ojos lilas con un leve sonrojo para luego pensar un poco- Me duele el estómago...

— ¿Cómo no te va a doler? Literalmente te quedaste hasta las 4 de la mañana tomando -Interrumpió-

— ¿4 de la mañana? ¿qué hora es?

Aquella Navidad [DUXINO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora