Luna Jakobi es una bella chica de dieciocho años con una personalidad timida prefiriendo guardar sus pensamientos, la cual se desarrolló debido a que la mayor parte de su vida fue controlada por otros. Ella viene de una familia de renombre en el oscuro mercado del narcotráfico y venta ilegal de sustancias entre otros graves delitos que acumulados suman miles de años con cadena perpetua.
Sus padres contaban con una gran riqueza material llena de lujos debido a lo que consiguieron abriéndose paso en el mundo de las drogas y el narcotráfico, ellos controlaban aquel sector comercial en un barrio de México conocido por su peligrosa fama que le dieron. Se decía que con un solo movimiento podían matarte si te interponías en su camino pero aún asi miles de personas intentan día a día sacarle la dichosa corona que tenían.
El matrimonio de apellido Jakobi dió fruto a dos hijos que arrastraron hacia aquél rincón, el mayor llamado André el cual se dió paso a la industria músical como solista logrando su estrellato bajo el seudónimo "ND Kobi" pero manteniendo en secreto sus movimientos de la mafia y narcotráfico ya que manchaba su nombre ante el público general aunque contando con un nombre que resuena en el mundillo oscuro del negocio familiar.
Sus padres estaban ausentes debido al trabajo rodeado de viajes laborales con un regreso indefinido sin tener claro el si volverían sanos o mínimamente vivos, descuidaron su familia ya que les importaba poco el bienestar únicamente dejando lujos materiales sin algo que todos los niños tenían por derecho, disfrutar una infancia llena de amor y cariño el cual su hermano mayor se encargó de darle a su pequeña hermanita indefensa viendo por su salud y entablando una buena relación de confianza con ella ya que no tenía a nadie más en su vida para hacerlo.
A pesar de que contaba con múltiples enemigos y ojos esperando el momento perfecto para atacar y ver caer a la familia, sus hijos trataban de tener una vida relativamente normal continuando con sus estudios y teniendo una vida social relativamente buena, a Luna no se le daba bien el ámbito de socializar ya que era habitual juzgar a las personas y la desconfianza era su más grande habito, impidiendo formar una base de amigos o pareja y ganando la mirada de miles que la llamaban una simple rarita más.
Consiguió un lindo y pequeño apartamento que compartía con su compañero de piso "Ritorukai" un músico emergente que contaba con un estilo de vida diferente al de la chica con múltiples fiestas rodeadas de alcohol que experimentaba cada día. Ella solo lo podía describir como "un completo idiota" según sus palabras ya que en su mente era un ser insoportable. No se llevaban bien y el odio era mutuo entre los dos que se reflejaba en sus recurrentes discusiones.
Ella no quería quedarse sola pero su hermano tenía que resolver algunos asuntos en otra ciudad y emprendió un viaje de dos meses, no había otro lugar para habitar más que ese tomando la opción de soportarlo, ya se habían cumplido los dos meses y André o Kobi, como lo llamaba no había vuelto de su viaje que parecía eterno. Por el momento mantenía su mente ocupada encargándose de sus estudios los cuales muchas veces abandonaba y retomaba al siguiente día con una buena calificación por la influencia del dinero en los docentes y en administrar el negocio familiar para entregar los pedidos a tiempo.
Esta era una de esas noches donde estaba viendo una película en la gran televisión de la sala que conectaba con la mayoría de la casa contando únicamente con 4 habitaciones, los dos dormitorios, un baño y la cocina separada únicamente por una barra de comedor. Disfrutaba la película acompañada de unas papás fritas y refresco hasta que escuchó el sonido de la puerta principal abriéndose y trás esta su compañero regresando de otra peda como era habitual.
(Por favor denle una oportunidad y continúen leyendo)
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Compañeros... (Ritorukai)
RomanceLa hermana de Kobi lo describía como "un completo idiota" a ojos de una narcotráficante Me di cuenta de que no había muchas historias de Rito so disfruten esta y denle una oportunidad