IX

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Sam Uley llegó poco después de ver aquel enorme lobo en sus últimas instancias de su conciencia, el susto, la sorpresa y conmoción que su cuerpo probó del choque que hubo entre el lobo y ella, había sido bastante forzoso de soportar para su débil corazón. Serafina no recuerda lo que pasó, solo recuerda que hasta en la oscura subconsciencia pudo escuchar como los gimoteos del lobo se convertían en un sollozo humano, confirmando su sospecha clara: los nativos quileute eran los guerreros que podían tomar cuerpo de lobo para proteger de los suyos, y uno de ellos la derribó.

Drabbles - Impronta de JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora