XXXIV

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Pesadez.

En su pecho sentía tanto mal, tantos pecados deteriorando su salud y cada día era más pesado moverse, aunque de igual manera intentaba que nadie se diera cuenta de esa realidad.

Serafina siempre fue reservada, se involucraba porque era su obligación como Dios, no era a propósito sino que era una necesidad predeterminada en su existencia ya que ella los había creado, por ende, debía hacer el seguimiento de los mismos para evitar un caos irreparable. Su vida actual iba en picada, una mancha negra habia aparecido en su pecho.

Es porque tu lobo no está aquí —explicó Emily.

Drabbles - Impronta de JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora