XXVII

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Abnegada.

—¿Y por qué simplemente no dejas de aceptar los pecados del mundo?—preguntó molesto mientras buscaba cualquier tipo de frase que negara lo escuchado.

—Por que no soy una persona normal, Jacob, tengo vida humana para ayudar a los demás humanos en sus peticiones, sin pedir nada a cambio. La humanidad ha sido la creación más demandante, los animales y la naturaleza son más sencillas de cultivar y ayudar que vosotros, pero...¡eso lo hace divertido!, ¿no? —preguntó Serafina aquel día.

—No, no lo hace divertido. No.... si justamente eres tú quien debe sacrificar su vida por los demás...—gruñe molesto Jacob.

—Es un precio justo...

Drabbles - Impronta de JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora