XLVI

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Doloroso despertar.

Aquella mañana Jacob sintió el frío engullirlo, al punto que hasta parecía que el invierno había entrado por la ventana cerrada, pero fue el vacío y dolor agudo en el corazón el que lo hizo gritar fuerte como si fuera un calambre en galleta de su pierna. Sam fue el primero en llegar a su auxilio, pero la imagen era tan devastadora incluso para Jacob, que tras abrir los ojos pudo escuchar y mirar a su impronta, notando la carencia de calor, respiración, movimiento al igual que los labios secos grisaceos, en la dulce coreana, su dulce Serafina.

Drabbles - Impronta de JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora