Capítulo 9

62 8 0
                                    

Creo que estarás bien, sólo trata de no dejar que ninguna otra araña te muerda en el futuro —advirtió Henry mientras se quitaba sus guantes.

San fulminó con la mirada al tigre antes de tirar de cerca a Wooyoung a su lado. —No te preocupes, sólo hay una araña para mí.

Por alguna razón, Henry no se veía sorprendido por esa bomba. Ahora que lo pensaba, nadie parecía demasiado sorprendido de que Wooyoung y él se hubieran apareado.

—¿Éramos tan obvios? —San preguntó. Henry se rio entre dientes. —Sí, un poco.

—Entonces, ¿por qué no es mi picadura venenosa como la de otras arañas? —le preguntó Wooyoung.

—No estoy seguro, ya que se trata de una forma que nunca he visto antes. De hecho, tú enterito eres algo que nunca he visto antes. Por eso me he estado muriendo por ponerte mis manos encima.

Cuando San gruñó, Henry añadió: —Por razones puramente científicas. En caso de que te lo hayas perdido, ya tengo mi propio halcón, y no comparte.

San dejó escapar una maldición suave al darse cuenta de lo estúpido que había sido. ¿Desde cuándo se había convertido en un tipo celoso? Lo que es más, ¿desde cuándo le importaba un comino hacer una escena? Siempre había hecho lo suyo y no le importaba una mierda lo que otros pensaran. Entonces bajó la mirada hacia Wooyoung y la respuesta estuvo clara: desde que se enamoró de una linda araña con una gran mordida.

Wooyoung levantó la barbilla, algo que no habría hecho hacía unos días. —La razón por la que no has visto una araña como yo es porque estamos casi extintos. El último Nido activo fue el de mi verdadero padre, pero el maestro llegó y lo destruyó hace más de veinte años.

Henry frunció el ceño. —Lo siento, sé lo mucho que apesta no tener una auténtica familia alrededor.

San sabía que Henry había sido uno de los cambiaformas perdidos que habían sido recuperados recientemente por la coalición. Ahora, parecía más feliz que nunca, a pesar de que el tigre prefería para pasar el rato en su húmedo laboratorio. Eso era algo que San nunca entendería, ya que Henry había sido esclavizado como él. La única diferencia es que habían tenido distintos propietarios.

El teléfono de Henry sonó. Cuando el tigre miró, frunció el ceño, mostrando que no estaba muy feliz con la persona que lo llamaba. Aun así contestó. —Te dije que necesitaba unos minutos para estudiar a Wooyoung. Estaré en diez.

Después de un dar otro sí, Henry cerró el teléfono con un suspiro y miró a San. —Quieren darnos las instrucciones.

Los ojos de Wooyoung se abrieron como platos. —Todavía no puedo creer que vayas a la misión.

Henry asintió. —Aunque normalmente me gusta estar en casa y jugar en mi laboratorio, estoy entrenado para pelear. Además, me necesitan allí para ayudarlos a identificar a qué tipo de Arañas nos enfrentamos. Aunque sé a ciencia cierta que en tu Nido había una tarántula, no tenemos ninguna pista sobre sus aliados, por lo que podrían ser algunas Arañas comunes o algunas de las más oscuras.

Un escalofrío recorrió la espalda de Wooyoung al recordar a varios miembros del Nido hablando de lo mortales que podían ser algunas razas de Arañas. Había incluso algunas que simplemente podían escupir el veneno sobre sus víctimas en vez de morderlos.

Wooyoung se volvió hacia San. —Entonces, ¿por qué no puedo ir yo? Podría tener algún conocimiento útil. Ni siquiera sabríais el diseño del lugar si no fuera por el mapa que os dibujé.

Sólo de pensar en Wooyoung volviendo al agujero del infierno, hizo que San quisiera coger a su compañero y encerrarlo para su propia protección. Pero eso era algo que nunca haría. Usaría su poder de persuasión y mantendría la esperanza de que fuera suficiente.

Serie de los CP 20 - Cuando San Fue Mordido por la ArañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora