Capítulo 6

56 10 0
                                    

Wooyoung mordió la hamburguesa y dejó escapar un gemido de placer. —Tienes razón. Estas son las más increíbles.

—¿Incluso mejor que la pizza? —preguntó San.

Apoyado contra la pared de ladrillo del edificio, Wooyoung estudiaba el horizonte de Flint mientras fingía pensar. —No lo sé. Puede que tengas que llevarme otra vez a la pizzería antes de que pueda tomar una decisión final.

San se acercó y golpeó juguetonamente el estómago de Wooyoung. —Es mejor que te decidas. Vas a engordar.

Haciendo una pausa a mitad de la mordida, Wooyoung miró su cuerpo con horror. —¿De verdad lo crees?

San se rio. —No, eres demasiado delgado, así que puedes embalar algunos kilos. Además, en caso de que no lo hayas notado, no hay demasiados cambiaformas con sobrepeso alrededor. Con nuestro metabolismo para las grasas, tenemos que darnos demasiados atracones si queremos ganar algo de peso de verdad.

—Si ese es el caso, entonces Mavic ha debido comerse una vaca entera cada día —murmuró Wooyoung.

—¿Quién es Mavic?

Wooyoung se congeló, su estómago se quejó cuando se dio cuenta de que se le había escapado. Dándole la espalda, miró una vez más hacia el horizonte, pero ya no se veía hermoso. No cuando estaba nublado con tantos recuerdos dolorosos de su pasado.

—Era el hermano de mi madre —admitió Wooyoung, diciendo por primera vez toda la verdad.

—¿Quieres decir tu tío? —corrigió San.

Wooyoung negó. —Nunca me permitió que lo llamara así. No le gustaba ningún recordatorio de que estábamos relacionados.

—¿Por qué?

Cuando Wooyoung vaciló, San se adelantó y puso una mano sobre el hombro de la araña. —Me lo puedes contar todo. Prometo no pensar menos de ti.

Si sólo Wooyoung pudiera creerlo. Sabía que era sólo cuestión de tiempo antes de que las mentiras salieran y mordieran su culo. Pero, no podía formar las palabras. Aún no le gustaba pensar en aquel tiempo, sin hablar de compartirlo con el único tipo que le había mostrado interés.

Wooyoung abrió la boca, tratando por lo menos de escupir algo, pero se detuvo cuando San se congeló. Dejando escapar un gruñido, el halcón lanzó su comida y luego metió la mano en su chaqueta, sin duda para agarrar una de sus numerosas armas.

Cuando Wooyoung estaba a punto de preguntarle qué pasaba, el olor lo golpeó. Acre, amargo y un poco tropical, reconocería ese olor en cualquier parte. Otra araña estaba cerca, muy, muy cerca.

—¿Vas a esconderte en la oscuridad toda la noche, o vas a mostrar tu cara de mierda? —San escupió.

—No quiero causar ningún problema. Sólo quería ponerme al día con mi medio hermano —sonó una voz ronca desde la derecha de Wooyoung.

Wooyoung se mordió el labio para contener el gemido de miedo. Reconocería esa voz en cualquier lugar, sobre todo porque aún la escuchaba cada noche en sus pesadillas. —Paul.

Paul salió de las sombras. Como siempre, iba ceñido de cuero negro con gruesas botas con punta de acero. Su pelo era rojo, en punta, y aunque estaba oscuro fuera, llevaba un par de gafas de sol que cubrían sus ojos de color rubí.

—Es bueno ver que todavía me recuerdas, hermano —dijo Paul en un tono condescendiente.

Wooyoung dio un paso atrás, su hamburguesa cayó de sus manos. Pagaría la comida así que no hizo caso, con la mirada fija en uno de los muchos que había hecho de su vida un infierno.

Serie de los CP 20 - Cuando San Fue Mordido por la ArañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora