Serie de los CP 20 - Cuando San Fue Mordido por la Araña

Capítulo 3

«Sabía que todos estaban equivocados acerca de ti. Tienes un corazón y un alma buenos». Ese comentario se mantuvo reverberando a través de la cabeza de San durante el trayecto hasta el centro comercial.

San se alegraba de que Wooyoung no fuera muy hablador, porque habría sido difícil mantener una conversación decente. Tenía tantas emociones corriendo a través de él, que no sabía que ala le picaba más. En vez de hacer la tarea asignada por Xiumin, se encontraba más trastornado que nunca. Lo que es más, estaba empezando a sentirse culpable por no ser enteramente sincero con Wooyoung. Eso era algo nuevo para él. Hacía medio año, no habría dado ni una mierda por a quien tuviera que utilizar para completar una misión.

Reprimió un gruñido mientras apretaba su agarre sobre el volante. Maldita sea, pero a veces echaba de menos su vida antes de unirse a la coalición. Podría haber sido un infierno, pero al menos sabía dónde se encontraba. Siempre y cuando no disgustara a su amo, las cosas se mantenían estables. Nunca tuvo que hacer frente a la basura de sentirse atraído por nadie, y mucho menos tener a alguien que pensara que tenía alguna cualidad redentora. Wooyoung no se daba cuenta, pero su ciega devoción le daba más miedo que los Cuervos, las Serpientes y las Arañas juntas.

Una vez que llegaron al centro comercial, San no tuvo más remedio que hablar, ya que tenía que saber dónde aparcar.

—¿Hay alguna tienda en particular a la que desees ir?

Mirando hacia abajo a su regazo, Wooyoung encogió sus pequeños hombros. —No lo sé. Nunca he ido a comprar ropa antes. Todas las cosas que tengo me las regalaron. No sé ni los nombres de las tiendas.

Ese comentario envió una nueva ola de proteccionismo a San. A pesar de su propio pasado de mierda, al menos había sido capaz de comprarse ropa nueva. Claro, no era mucho, pero al menos era algo.

Luchando por encontrar una solución en cuanto a dónde ir, San le preguntó: —¿De qué estilo te gusta más, la de Donghyun o la de Minwoo?

Wooyoung miró desde debajo del borde de su pelo, un gesto que San rápidamente amó. —¿Pensarías que soy raro si digo que Donghyun?

—No, creo que te verías muy bien todo de negro.

San no mentía. El color oscuro se veía muy atractivo contra la piel pálida y los ojos únicos de Wooyoung. Antes, San nunca había estado en el rollo gótico, pero en el joven funcionaba a la perfección y lo hacía aún más atractivo.

Un rubor cubrió las dulces mejillas de Wooyoung. —Por lo menos no tendré ningún problema para asegurarme de que combinen.

—No importaría que llevaras lunares naranjas y púrpura, aun así estarías increíble —exclamó San.

Wooyoung lo miró de nuevo, esa mirada violeta y azul fue directamente a la polla de San. —No tienes que mentir. Sé lo escuálido y poco atractivo que soy.

—Tú eres perfecto, y tienes que empezar a darte cuenta de eso. Tus padres fueron idiotas por echarte y hacerte sentirte mal contigo mismo.

Por un breve momento algo parpadeó en los ojos de Wooyoung, pero se fue demasiado rápido como para que San estuviera seguro. Los labios de la araña se levantaron en una pequeña sonrisa. —¿Son todos los asesinos tan agradables?

San aparcó y apagó el motor antes de responder: —No, de hecho, por lo general ni siquiera yo soy de ese tipo.

Por alguna razón, eso pareció poner triste a Wooyoung. El labio inferior de la araña tembló ligeramente cuando tomó una respiración profunda. —¿Cómo llegaste a ser un asesino?

—Cuando éramos muy jóvenes, mis padres no vendieron a Hyunjin y a mí a nuestro maestro. El hombre que nos compró se llamaba Rom, y no era precisamente amable con nosotros. Lo único que le interesaba era conseguir beneficios de su inversión, por lo que nos empujó duramente. Para el momento en el que teníamos dieciséis años, ya salíamos de misión.