--------Actualidad--------
Me quede en silencio por un momento, sabía que esta parte de mis mentiras no le agradaría, pues se acercaban los momentos en donde conocí a Adeline, así como mi plan para usarla, sé que era el idiota más grande de este mundo, pero en ese entonces no pensaba que esto iba ser más que un matrimonio beneficioso, por Dios nunca me imaginé que podría llegar a tener estos sentimientos extraños que me abrumaban. Observé cuidadosamente a Adeline la cual no me estaba observando, solo miraba a la taza de té vacía que tenía enfrente, por un instante pensé en no seguir con esto, pero esos ojos azul cielo me miraron fijamente.
-Parece que se acerca el momento donde nos conocimos, no conocía el hecho que el Conde Pusset y tú, son amigos, parece que realmente no conocía mucho de ti. – dijo Adeline, la cual se miraba un poco decaída.
- No soy una persona que comparta mucho mi pasado, por lo que podrás ver, solo lo hago con personas importantes para mí. – me volvió a mirar esta vez con curiosidad.
- Tu padre, realmente es un buen actor, Quién diría que realmente es un monstruo con mascara de humano, no sé si soy de mucha ayuda, pero daré todo de mi para que realices tu venganza. – tome su mano y la mire fijamente a sus ojos, casi me distraigo cuando vi que sus mejías tomaron un color rosa, estuve a punto de perderme en este sentimiento que surgía de mi interior, pero lo que necesitaba decirle era muy importante.
- Ya has hecho mucho Adeline, aunque no lo creas, no necesito que te arriesgues en lo que viene, en la última parte de mi venganza, solo necesito que confíes en mí. – se soltó de mis manos para cruzar sus brazos y expresar su molestia.
- No, soy tu esposa es mi deber apoyarte, en las buenas y en las malas, Liam. – suspire, conocía la personalidad de Adeline y sabía que no cambiaría de opinión.
- Muy bien, puedes decidir si quieres apoyarme cuando termines de escuchar mi historia, pero eso puede implicar cosas que no te agraden.
- Eso será mi decisión, así que no debes de guardarte nada, pero prometo siempre intentar entender tus decisiones, todo lo que has vivido te ha marcado de una manera u otra, no puedo decir que comprendo todo tu sufrimiento, por que estaría mintiéndote, gracias a mis padres tuve una buena infancia, y lo que sucedió con esa persona no llega ni a la mitad de lo que tú has vivido. – tomo mis manos y me miro con determinación. – Por eso Liam, quiero crear nuevas memorias contigo, sé que no me amas y que nos casamos por conveniencia, pero podemos ser amigos, para poder generar hermosos recuerdos, de los dos juntos. – aprete sus manos con fuerza, para esconder el sentimiento que empezó a surgir en mi corazón, solté una de sus manos y me pare, ya era tarde, deberíamos de volver a casa.
- Por ahora debemos de regresar, el clima ya se está poniendo helado y no quiero que te resfríes. – Adeline se levantó y empezó a caminar, yo la seguí, nuestras manos seguían entrelazadas, por un momento le permití a mi mente que se imaginara un futuro con ella, uno en donde éramos felices los dos, uno en donde me hubiese enamorado de ella y fue magnifico.
Llegamos a la mansión y tomamos caminos separados para prepararnos para la cena, me prepare de manera rápida y baje hacia la sala de estar, había sido un día largo y un poco agotador, contar esa parte de mi pasado era complicado, principalmente cuando no era tan lejano.
En mi espera vi llegar a un sirviente de mi mansión, eso era extraño, decidí acercarme y preguntar que necesitaba, para mi desgracia un asunto importante que requería mi atención había acontecido en la mansión, me dirigí hacia el cuarto de Adeline, toqué su puerta y su sirvienta Lili me atendió.
-Milord, la señorita Adeline todavía no está lista, podría esperar unos segundos. – dijo la sirvienta la cual no había abierto la puerta completamente.
- Necesito hablar con Adeline urgentemente, podrías decirle eso por favor.
-Pero milord la se- Adeline interrumpió a su sirvienta.
- ¿Pasa algo Liam? – cómo había dicho su sirvienta Adeline no estaba lista, solo la mitad de su cabello estaba en algún tipo de peinado la otra caí en su hombro.
- Necesito irme a la mansión, al parecer un asunto de suma importancia requiere mi atención, pero prometo regresar cuando termine de solucionarlo.
- No hay necesidad de que regreses, solo necesito resolver unos asuntos y me iré a la mansión, si ese asunto se agrava no nos vamos a poder ver en algún tiempo, además tengo que atender algunos asuntos del ducado no puedo dejar eso a un lado.
- Adeline, no hay necesidad de que hagas todo eso, has estado cansada, puedes dejárselo a una sirvienta y tu solo supervisas.
- Claro que no, es mi deber como tu esposa – no quería discutir y tampoco tenía tiempo para eso, me acerque a ella y deposite un beso en su frente, para después retirarme, aunque vi de reojo como Adeline se ponía de un color rosa.
Me dirigí a la entrada, donde me esperaba el sirviente con un caballo extra, de esta manera era más rápido ir a la mansión, había pasado un tiempo desde la última vez que monté un caballo, el camino se me hizo corto, al llegar vi a mi mayordomo alterado con algunos de los sirvientes importantes de la mansión.
Me baje rápido del caballo, el mayordomo al notarme se acercó de manera rápida, el problema en realidad era grande y tenía que ver con un comerciante a mi cargo el cual había hecho un error con sus finanzas, provocando una gran pérdida de dinero, el cual ahora yo tenía que solucionar.
El problema duro más de lo esperado, cuando dicho comerciante escapo y tuve que buscarlo en todos lados teniendo que estar días que se convirtieron en semanas para mi desgracia, cuando por fin lo capturaron, tuve que quedarme un largo tiempo en Londres para completar papeleo.
Cuando por fin llegué a la mansión me encontré con la grata sorpresa de que Adeline se encontraba ahí, ella me había escrito cartas las cuales leí y respondí todas menos las ultimas, las cuales por mi horario agitado no tuve tiempo de responder.
-Bienvenido de vuelta, ¿todo salió bien? – pregunto Adeline, me acerqué a ella y le di un beso en la frente, al acercarme pude sentir la fragancia de lavanda que me encantaba era el olor característico de Adeline, sus mejillas se pusieron un poco rosadas.
- Estoy de vuelta, y si las cosas se solucionaron, atraparon al comerciante y ahora esta en manos de la ley, ya podre estar tranquilo, cerca de ti. – debo admitir que es la primera vez después de mi madre que he añorado volver a ver a alguien, pero a mi madre la extrañaba de una manera distinta en la que extraño a Adeline.
Me prepare para la cena, después de un baño caliente todos mis cansancios se desvanecieron, cuando estaba arreglándome, note una caja en uno de mis cajones, hace mucho tiempo quería votarla, pero ahora que he desahogado mis penas con alguien, me daba cuenta de las cosas importantes que habían dentro de ella.
Decidí tomarla y abrirla, adentro estaba la cadena que mi madre me había dejado, en donde estaba el retrato de ella conmigo, las cartas que ella me mandaba y por último un objeto con mucha importancia, decidí tomar este objecto y llevarlo a la cena.
Cuando bajé al comedor me encontré con Adeline la cual estaba a punto de tomar asiento en la mesa.
-Ah, Liam estaba por sentarme para esperarte, ¿El baño fue relajante? - entrecerró sus ojos y preguntó – eso que tienes en tus manos, ¿Es un libro?
- Así, es y uno muy especial. – me senté a su lado y se lo mostré.
- Este libro, no tiene autor, aunque debo admitir su caratula es hermosa. – y le daba toda la razón, en su portada se encontraba pintado un pájaro, el cual estaba posado en una rama, tenía colores brillantes, aunque por el desgaste del libro se habían desvanecido un poco.
- Si tiene autor, bueno autora, mi madre escribió este libro...
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Las Mentiras del duque
Historical FictionDespués de los sucesos con Adeline me encentrado reflexionando mi vida la cual ha estado llena de mentiras creadas por mi padre, la muerte de mi madre siendo la cereza del pastel. El hecho de que me he convertido en un monstruo igual que mi padre y...