Las Mentiras del duque

Capítulo 8

Entre de manera rápida al balcón con la intención de rescatar a la dama que necesitaba ayuda, al entrar observe como un caballero estaba intentando besar a la dama en sus brazos, aunque a mi parecer y por mi experiencia esa señorita no quería nada de él.

Me abalance contra él y lo quite de encima de la dama con un solo tirón, era unos centímetros más bajo y su cuerpo era debilucho así que no fue un gran esfuerzo quitárselo de encima, fue ahí cuando observe a la dama, Su cabello era rubio, pero no del rubio artificial que se veía en algunas damas o en cantantes de ópera, su color de ojos era igual al color del cielo en un día soleado, pero lo que más me llamo la atención era su particular olor floral, ¿Rosas? No era más leve y dulce, ¿Jazmín? No el jazmín tiene un aroma peculiar, distinto al que siento, es un aroma tranquilizador, ¿de dónde lo conozco?

- ¡¿Pero, que está haciendo?!- Dijo el caballero que tire, después de levantarse del suelo, aunque he de decir que no lo tire con la suficiente fuerza como para caerse de esa manera.

- Pues claramente ayudando a esta dama, de un patán como usted, está claro que la señorita no quería nada suyo, acaso ha perdido su mente. – exclamé al patán que al mirarme salió corriendo como lo que era, un cobarde.

- Sabía que ese patán era un cobarde, ¿se encuentra bien señorita? – la dama que se encontraba un poco alterada por fin volteo a verme, y así nos quedamos un momento, viéndonos mutuamente hasta que ella rompió el contacto visual y se presentó.

- Sí, muchas gracias, ah perdone mi imprudencia mi nombre es Adeline Kruger. – Así que una Krueger, son condes de alto rango perteneciente a los 5 condados más importantes de todo Londres, además había escuchado ese nombre antes, ¿Adeline de donde la conozco?

- Es un gusto Lady Krueger- tome su mano y la salude como haría con cualquier dama que conociera -Mi nombre es Liam Barton.

Quedamos en silencio un momento, yo en mis pensamientos y ella en los suyos, por lo menos eso creo, el silencio acabo cuando ella salió de donde sea que estuviera y me respondiera.

-El gusto es mío Lord Barton, le agradezco por el detalle de ayudarme con ese caballero antes. – a veces me sorprende lo educada que eran las damas de la sociedad, un idiota intento aprovecharse de ella, si no hubiese sido yo la hubiesen obligado a casarse con él.

- No hay nada de agradecer, el salvarla a usted no es nada más que mi deber como el deber de todos los caballeros, ahora si me disculpa volveré al baile – me despide haciendo una leve reverencia, es momento de que me largue de este lugar, iría a visitar a Eleonor, pero estoy tan cansado que la idea me parece mala, así que le digo al cochero que se dirija directamente a la mansión.

En el camino, intento recordar de donde he escuchado el nombre de Adeline Krueger, del duque seguro no es, aunque él no lo diga tiene un cierto odio a los 5 condados, principalmente porque, a pesar de ser inferiores a él, el rey los trata con el mismo respeto que a los duques antiguos como nosotros.

De repente recuerdo de donde lo he escuchado, o más bien leído, en los periódicos de la sociedad mencionan las flores que destacan de entre todas las damas debutantes, Adeline Krueger se convirtió en la flor de la temporada el año pasado, de hecho, todo el mundo estaba esperando quien sería el afortunado de casarse con ella, incluso en los lugares más apartados de la habladuría, como las reuniones de negocios, he escuchado de ella.

A muchas personas les sorprendió el hecho de que no se casara, incluso después del escándalo con un caballero y su prometida, me pregunto si ella misma creo esas circunstancias para que la dejaran en paz, pero lo dudo, lo único que quieren estas señoritas es casarse, y si es con el pez más gordo mejor, de seguro es lo que ella espera.