Amor Cautivo [EN EDICIÓN]

Capítulo 1: Sólo un niño

Desde que su padre William Clyde había muerto, el niño William Albert Ardlay no había querido salir de su habitación. La familia estaba demasiado preocupada en decidir quién iba a ocupar el puesto de su padre, como para prestarle atención. La única persona  que lo tenía en cuenta era su hermana mayor Rose, que lo observaba preocupada mientras transcurrían los días y su hermano pequeño iba teniendo cada vez menos apetito.

Albert, divertido, vivaz e ingenioso,  antes de que su padre muriera, ahora se había vuelto cada vez más  taciturno y triste  sobre todo después de su sepelio. Todo el mundo  había tomado su actitud como algo normal; el chiquillo sentía su pérdida y aquella era la manera de manifestar su dolor.

Pero Albert parecía haber desmejorado mucho y había perdido peso. Su hermana había decido intentar hablar con él y animarlo de la mejor manera que sabía. 

Sacarle una sonrisa para Rosemary Arlday era pan comido. Por eso, solía acompañarlo diariamente al jardín de las rosas a mostrarle sus últimas adquisiciones. Su padre le había traído hermosas y caras variedades de los mejores invernaderos de Europa.

 Su animada charla en los jardines de Lakewood conseguía animarlo.  Cultivar rosas, la gran afición de su madre, le había dado no pocas satisfacciones a Rosemary.  A ella le gustaba arrodillarse y manchar sus manos con la tierra húmeda para mayor escándalo de su tía quien la regañaba a menudo ya que según ella, aquella no era una actividad adecuada para una dama. Pero a Rose la entusiasmaba, eso y las carreras de caballos que hacían los dos hasta la casa del bosque.

Desde que su padre había muerto, Elroy había decidido cerrarla pero los dos hermanos se colaban dentro y William le hacía partícipe de sus inquietudes. 

Rose sabía que la tía Elroy estaba preocupada por el futuro del clan familiar que ahora sin cabeza visible se tambaleaba como un animal ciego y herido. 

 Dentro de la numerosa familia Ardlay se alzaron voces proponiendo a candidatos que distaban mucho de tener el talante o el carisma de William Clyde. Las circunstancias repentinas de su muerte habían dejado a sus familiares en estado de shock... Y ella desconfiaba del socio de su padre: Oberón Mc Bride. Nunca le había gustado un ápice. Demostraba en su opinión demasiada devoción por su madre, Priscilla. Pero William senior, lo toleraba y lo trataba con gran deferencia y afecto. 

Cuando murió su madre, algo en la expresión de Oberon, de por sí severa y cruel, se oscureció. Y ella pudo reforzar su opinión al respecto al  sentir un estremecimiento de miedo cuando sus ojos se encontraron durante el funeral. Rosemary estaba segura de que tenía algo que ver, pero ¿Cómo podría demostrarlo? lo que más le molestaba era que enseguida se había hecho con el control de la empresa de inversiones que ambos habían fundado juntos mientras a Elroy y al resto de los ancianos esto no pareció preocuparle lo más mínimo. La única persona que parecía querer escucharla sin juzgarla era Georges.

El niño  ajeno a todo, jugaba con otros parientes próximos intentando superar la muerte de su padre. Era travieso, inquieto y le gustaban la naturaleza y los animales.