Políticamente incorrecto (Javier Milei x Myriam Bregman)

I.

 Hey! No sé si sea muy legal esto, como son dos personas reales es como un poco "invasión a la privacidad", pero vamos a hacer de cuenta que no sabemos nada y prosigamos. Myriam es abogada, si estás leyendo esto, no me denuncies, gracias(? Fuera de eso, quería hacer algo con entusiasmo, soy buena sacando historias locas de la galera y que parezcan profesionales, aunque no lo son. Así que vamos a tomarlo en serio, aunque no somos personas serias, no me importa si el ship es un poco joda, el país necesita bajar un cambio, hay un re quilombo, loco(? Cualquier comentario constructivo es perfectamente bien recibido, muchas gracias por leer, que tengan buen día, te quiero persona desconocida(?

....

Prólogo:

 Argentina, un país hermoso en donde la política estaba profundamente dividida entre dos facciones importantes. Myriam Bregman y Javier Milei eran los líderes de los partidos opuestos que luchaban por el control de la nación, respectivamente, la izquierda y la derecha. Sus debates en el Congreso siempre eran feroces y apasionados, y sus discursos encendían a sus fieles seguidores.

 Bregman, la líder del Partido "Frente de Izquierda", era conocida por su elocuencia y su firme defensa de las políticas de igualdad social para los trabajadores. Milei, líder del Partido "La Libertad Avanza", era un orador carismático que abogaba por un enfoque en la economía de mercado y la responsabilidad fiscal.

 Sus discusiones enardecidas siempre se volvían el foco de los medios. Siempre enfrentados, siempre criticando al otro, siempre contradiciendose.

....

-¡No es un león!, ¡Es un gatito mimoso del poder económico!

 ¿Qué acababa de decir?, ¿Se había vuelto loca? ¡Era de las peores cosas con la que podría haberse equivocado! Lejos de parecer una acusación, sonaba a una incitación, un apodo amoroso, ¡A todo menos lo que ella buscaba!

 Podía sentirla, la sangre subiendo a su rostro, apoderándose de su expresión. Su piel serena y pálida, se vió invadida por un arranque de timidez, para nada propio en ella.

 Myriam rezaba a cualquier dios existente que su contrincante no se hubiera jactado de esto último, pero no, todo lo contrario. En vez de ignorarla, sus ojos estaban aferrados a los suyos, inmóviles, fríos y azules, por supuesto, de la mano con su usual sonrisa burlona y prepotente.

 Él no podía creer lo que acababa de escuchar. Sentía que iba a estallar de la risa, pero se contuvo lo mejor que pudo ya que el debate aún no había terminado.

 Fue casi incontrolable.

 Durante el resto de la noche, no pudo ignorar la presencia abrumadora de esa mujer. Tan inteligente, tan fuerte, tan desbocadamente decidida y firme...tan....

 Le ordenó a su cerebro que dejara de divagar antes de que se le fuese de las manos y se concentrará en lo que estaba pasando.

 Aun así, no pudo evitar disfrutar cada palabra de ese adorable apodo, saboreo cada temblor de su cuerpo al darse cuenta de lo que dijo, cada línea de expresión que ella formó, las observó con genuina curiosidad y emoción.

....

-¿Así que...gatito mimoso?

 El líder del partido derechista se asomó por la puerta del camarín inquisitivo, con la sonrisa imborrable en su rostro.

  El bendito debate ya había terminado.

-Te pido, por favor, que ahora no- Suspiró - No empieces, no es un buen momento.