⋅ 𝑪. 𝟏𝟐 ★

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TOM—


Me encontraba en un incómodo asiento de Aeropuerto, con Ariana en mi hombro en un profundo sueño, las vacaciones ya habían terminado y ahora tendríamos que regresar al jodido trabajo, yo al estudio de grabación y ella a un estudio con miles de cámaras y lámparas alrededor.


—Mierda, el cuello me duele horrible.— dijo quejándose y sobando su cuello. Tomen en cuenta que faltaban 2 horas para que saliera el avión, son las 7pm.


—Los chicos ya están en Alemania.— estaba jugando Subway Surfers, maldito juego, siempre me chocaba con los carteles más grandes que el muñeco ese.—¡Mierda!— perdí y desperté a la señora de atrás la cual sólo se quejó, sorry.


—Apenas empezó el trabajo y ya quiero vacaciones, no puedo más.— paso sus manos por su cara y siguió recargando su cabeza con el cojín de viaje.


—Te entiendo, no es fácil escuchar la voz tipo Taylor Swift de Bill.— reí.


Al no obtener respuesta me di cuenta que estaba dormida, parecía un angelito, pura, linda, ¿en verdad me merecía esto? Pff, claro que no, ella no sabía nada y el pensamiento a mi me carcomía la cabeza cada día, hora, minuto, segundo, rogando por que nada se supiera...


(...)


Por fin, ya estábamos a punto de abordar, me dolía la cabeza, la espalda, las piernas, el culo, TODO.


—Ya quiero llegar a Alemania.— dijo Maddy emocionada mientras pasaba el mapa de Subway Surfers, ¡me paso de nivel!


—¿Como vas?— pregunté mientras cotilleaba la pantalla y efectivamente quede como idiota, pues por mucho ya me había pasado.


—Puta madre.— dijo enfurecida mientras chocó con una tabla del juego.



Por fin era nuestro turno de abordar, subimos a en el avión hasta llegar a nuestros asientos y sentarnos.


—No, yo quiero ventana.


—No, yo.


Los dos casi corrimos por el pasillo del avión, pero como era de esperarse, yo gane.


—Hijo de tu mamá.— en venganza tiro una de mis trenzas.


—¡Oye!


Solo esperamos a que despegara el avión y ambos caimos en un profundo sueño.


ARIANA —


Finalmente habíamos llegado a Alemania, sinceramente no fue un largo viaje y en este momento estamos subiendo al auto.


—Huele a hogar— dijo Tom.


—¡Ya veré a Bill!


—Cierto, tenemos que verlos.


Nos subimos a la camioneta con rumbo a el departamento de Bill o de los chicos, no se.



NARRADOR OMNISCIENTE—


La camioneta se paró en un lujoso departamento blanco de dos plantas, muy bien ubicado.


—Es lindo.— comentó la peli negra.


—Es el departamento de los sueños de Bill, cuando lo vio se enamoró y no paró hasta comprarlo.


𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧𝐢𝐳𝐞𝐫 ─ 𝐭𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora