VII

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- ¡Feliz cumpleaños! - felicitaron los dos chicos a la vez con una sonrisa marcada sobre sus labios.

- Jeje. - sonrió rascándose la cabeza.

- ¿Dime ya recibiste nuestros regalos? - pregunto el pelinegro.

- Eres idiota? Hoy los mandamos mañana llegarán.  - le dio un sape en la cabeza.

- Cierto.  - se sobo la cabeza riéndose.

- Pero demen una pista! - se acerco más a la tablet.

- Es un secreto~ - dijo el de hebras celestes tapando los labios al pelinegro que le iba a decir una pista.

- ¡Oye! Eso no es justo. - Hizo un puchero.

- Cambiando de tema ¿Llegaron los chicos? - pregunto el pelinegro.

- Si, en la tarde llegaron una hora ya que tenían trabajo y citas que resolver pero gombachin trajo unos postres muy deliciosos y la rubio oxigenada me trajo un súper blue grande! - contó con emoción.

Los dos chicos parpadearon un par de veces un poco confundidos por la emoción de un pegamento.

- Y ¿Por qué te emociona Inozuke? - pregunto el pelinegro un poco nervioso.

- Por que más ¡Así puedo pegar la máscara de jabalí de mamá! - Contesto con dos luces en sus ojos. Los dos chicos al fin entendieron y sonrieron también.

- ¿Shinasugawa-sam que te dio?  - pregunto el de hebras celestes.

- ¿Yo? - pregunto confundido el pelinegro que recibió otro zape en la cabeza.

- No tú  idiota, el otro. - le aclaro su duda.

- Un juego de collares de jabalí. - sonrió de par en par. Tomando el  aparato apuntando al albino que estaba sentado en el sillón viendo todo. - Verdad Nemi. - el hombre solo le enseño el dedo de enmedio.  - ¡Y no solo eso! ¡Me dejó beber una botella de vino! - dijo sentándose a un lado del albino que comía papas fritas.

- Yo no dije que si, te dije que lo pensaría. - se levantó.

- Es lo mismo pero más barato. - le enseño la lengua.

- Oye y que le diste a sanemi? - pregunto el de hebras celestes.

- Shh~ todavía se lo daré pero es un secreto. - le enseño la lengua copiando le su respuesta.

- Oye eso no es justo. - se cruzó de brazos.

- Para mí sip. - se cruzó de brazos y dibujo una sonrisa sacarrona.

- No te doy tu putazo por qué.. - rápido fue callado por los dos Shinasugawas.

- Es hora del pastel! - dijeron a la ves uno levantándose. A los minutos después se dejaron ver dos pasteles uno estaba al otro lado de la video llamada.

Cantaron el feliz cumpleaños a pesar que la idea de cantar no le agradaba al albino.

- Jaja, no solo tu tomarás alcohol. - enseño la lengua el de hebras celestes que tenía una caja de cerveza.

- Oigan, concuidado los dos son menores y no son buenos tomando. - advirtió el albino que dejó la caja que había comprado.

- Si hermano, solo traen doce además son pequeñas. - sonrió ligeramente el pelinegro.

- Mm... Ya quiero verlos con una resaca mañana. - rodó los ojos y destapó una llevándosela a los labios.

Bebieron por una hora en la video llamada pero el pelinegro ya estaba borracho asi que decidieron desconectarse en cambio Inozuke había resistido para tomar el vino.

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