VVI

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Sus ojos se abrieron de par en par y se levantó de repente recibiendo las consecuencias en su cabeza.

- Agh, mierda. - gruñó pero luego miro a todos lados con su rostro todo sonrojado.  Se miró a si mismo como se encontraba y no podía creer lo que su cabeza recordaba de la noche anterior. Rápido se levantó y comenzó a buscar con un poco de dificultad pero no había nadie -¿Fue un sueño? - sé pregunto a si mismo y se hizo bolita en el piso escondiendo su rostro sonrojado.

No entendía por qué soñaría eso, se había sentido tan real.  En verdad que no comprendía por qué su sueño era con él, por qué no con la persona que amaba miro su vestimenta y se avergonzo de si mismo, era la misma ropa. ¿Tal vez había alucinado? Había bebido pero recordaba la mayoría ¿Tanto había bebido al borde de alucinar? Su vista llego a la sala y tomo sus cabellos ya que habían más botellas de las que recordaba haber bebido. Aún pensando en el tema comenzó a ordenar y se hizo un cambio de ropa por qué en verdad sentía raro no tener nada abajo.

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¿Debía preguntarle? Esa era la pregunta que le invadía desde que se levantó. Ya eran las tres de la tarde y no había llegado a pesar que había dicho una hora, aunque no era nuevo que llegara más tarde de lo dicho después de todo el albino siempre se la mantenía en el trabajo.

Salió de sus pensamientos al escuchar el sonido de la puerta abrirse.

- Al fin bien... ¡Que te paso! - se levantó con rapidez y avanzo hacía el.

- No es nada, no te preocupes. - se peino el cabello hacía atrás y siguió caminando pero el menor tomo su rostro.

- Idiota es enserio! Bienes todo golpeado como si te hubieras peleado. - lo tomo de la mano y se lo llevó casi a rastras a su habitación. - Quédate aquí, ahora vengo.  - salió de la habitación dejando solo al albino que se acostó en la cama.

- Ah~ - suspiró y miró su mano la cual había sido tomada por el menor, la empuño y se dio un pequeño golpe en la frente. Se había tenido que ir una hora después de lo sucedido solo por ir a parar a un grupo de borrachos y de eso recibió varios golpes por entrometerse.  Dejo de pensar y se levantó al ver qué ya se había tardado un poco, decidió ir a buscarlo recargandose a las paredes ya que le dolía un poco las costillas.

Sus pasos se detuvieron enfrente de la habitación del menor dónde se escuchaba que hablaba con alguien más.

- No tengo tiempo. Nemi está herido. - siguió buscando en el cajón de a un lado de su cama encontrando un frasco luego se adentro al baño. - No, creo que se peleó. - rodó los ojos y busco algo más de sus cosas. - Solo dilo rápido. - suspiró pero lentamente su ceño se suavizó. - Pues debiste haberla apartado. - se dejo caer en la cama. - Okey, te perdono. - se cubrió el rostro. - Si yo igual te amo. - se levantó.

El albino bajo la vista y solo se dio la vuelta, sentía amarga su propia saliva ya no quería escucharlos.

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- Lo siento por la tardanza, no encontraba las pastillas. - se sentó a un lado de la cama. No había escuchado nada departe del albino que estaba serio, hasta que se dispuso a curarlo fue que relajó su expreción tomándole su mano.

- No es necesario son solo pequeños golpes. - lo intento apartar pero el menor tomo su rostro con un poco de brusquedad.

- Deja de hacerte el fuerte, tienes a un hermano a quien ver mas. - frunció el entrecejo. - El se preocupa por tí. - lo soltó y tomo el alcohol. - yo también. - comenzó a desinfectar los cortes.

- ¿No estabas enojado con él? - su vista viajaba en todo rostro del menor, viendo sus hermosas y delicadas facciones; pestañas, ojos, labios, su delicada piel.

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⏰ Última actualización: Aug 08 ⏰

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