Iba a seguir con su cortejo pero se detuvo, sus orejas se movieron cuando escucho pisadas, levantó su cabeza un poco y empezó a olfatear, no paso mucho cuando a su nariz llegó un aroma raro como a cuero y carbón, sus ojos se abrieron debido a que identifico aquel efluvio, le pertenecía a un aniquilador.
Soltó un gruñido, se había confiado, creyó que la isla estaba libre de aniquiladores, pero ellos estaban aquí, debió ser más precavido y asegurarse de que ellos no estuvieran aquí, pero se emociono demás debido a la aparición de otro ejemplar como él.
Se situó delante del menor, brindándole protección, no dejaría que le hicieran daño.
Pronto lo vio llegar al claro donde estaban, era joven y apenas tenía musculatura, posiblemente una cría inexperta, pero no dejaba de ser una amenaza, más cuando a Toothless le faltaba parte de su cola y no era capaz de alzar el vuelo, el menor estaba expuesto y si esa cría de aniquilador ponía en aviso a los adultos, ellos vendrían en grupo y los acabarían matando.
—tranquilo, no te voy a hacer daño— Hiccup levando las manos, queriendo hacerle entender al dragón que no era una amenaza.
Cuando siguió a Toothless creyó que esté intentaría cortejar a la furia luminosa, lo cual inicialmente parecía que iba a suceder, al menos hasta que desde las entrañas del bosque se escuchó el llamado de otro dragón, uno que parecía estar llamando específicamente a su amigo, quien dejó de lado a la hembra de escamas blancas y siguió los rugidos, jamás se le pasó por la cabeza que aquellos llamados provenían de otro furia nocturna, uno que no se veía muy feliz de tenerlo ahí.
Viéndolo mejor, el otro ejemplar parecía ser claramente mayor, en edad y tamaño, que Toothless, quien a su lado se veía pequeño, las diferencias entre su amigo y el otro dragón eran evidentes, pero seguían siendo de la misma especie y eso lo ponía feliz, porque después de todo ¡Ahora sabía que su amigo no era el último de la especie!.
El otro furia nocturna se preparó para atacar al humano, pero Toothless se interpuso y empezó a dar pequeños rugidos al otro dragón, que se los devolvía, ambos dragones se estaban comunicando.
«¡¿Por qué lo defiendes?! ¡Es un aniquilador! ¡Ellos acabaron con nuestra raza! ¡Si no nos encargamos de él buscará al resto de su rebaño y nos mataran!»
«¡Él no es malo! ¡No es un aniquilador! ¡Es un salvador! ¡El ayuda a todos los dragones! ¡Los rescata de los verdaderos aniquiladores!»
—¡Si! ¡Dile que no le haré daño!— Dijo el de ojos verdes.
El dragón de mayor tamaño retrocedió y extendió sus alas, eso puso en alerta al jinete, quien no quería que el ejemplar huyera y después les fuera imposible encontrarlo, así que optó por irse, era la mejor opción.
Así que aún teniendo las manos levantadas empezó a retroceder y regreso sobre sus pasos, caminando de regreso al campamento, no le gustaba la idea de dejar solo a Toothless, pero sabía que el otro dragón se sentiría amenazado si él seguía ahí, por lo que lo mejor era dejar que ambos se conocieran.
Tan solo esperaba estás haciendo lo correcto, porque se veía que el otro dragón era un ejemplar macho, por lo que fácilmente podría volverse territorial y atacar a Toothless, esto debido a que también era un macho.
Dio una última mirada en dirección al dúo de furias y luego siguió caminando en dirección al campamento, esperando que todo saliera bien entre ambos dragones y la amistad pudiera surgir entre ambos.
Lo que el jefe actual de Berk no sabía era que, no era una amistad lo que el otro dragón buscaba, sino algo más e iba a obtener lo que quería.
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¿Dos Machos Pueden Tener Crías? (Toothless × Male Night Fury)
FantasyLas personas que combaten fuego con fuego usualmente terminan con cenizas...